Diez y un robos de cine.

Los ladrones de cine que nos han robado la mirada y el corazón

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Hay un refrán que dice “Se cree el ladrón que todos son de su condición”. Es posible que, de primeras, no estemos de acuerdo. Pero a tenor de lo que nos gustan las películas sobre robos, y el cariño que le cojemos a los ladrones, puede que mintamos como bellacos. Así que nos enfadamos mucho si nos llaman ladrón, pero nos cambiariamos por Robert Redford para atracar bancos junto a Paul Newman, por andar con el bueno de Cary Grant por los tejados de la Costa Azul, antes de vestirnos para cenar de finos con Grace Kelly, o por cualquiera de los once de ese bribón que es George Clooney. En fin, que mucho decir que está mal robar, pero es salir un ladrón en la pantalla y soñar con realizar el atraco perfecto.

Pero es que claro, los ponen tan guapos, tan colocados, con tanta clase…. que si Cary Grant, que si David Niven, que si Brad Pitt. Y además, son buenos. Hasta honrados, si me apurais. Sólo roban a gente de mal vivir y peor perder, o a gente muy rica que parece que ni siquiera va a notar que le han robado. Les perdonamos porque nos conocemos aquello de los cien años de perdón para quien roba a quien ya ha robado. Y además, qué narices, roban estupendamente, sin violencia, sin muertos. Unos planes que ya hubiera querido Gaudí para terminar la Sagarada Familia. Vamos, que se gastan más dinero en aparatos, preparativos y demás zarandajas que el precio de lo que van a robar. Cuántas veces hemos estado esperando en el Banco y hemos pensado que si pudiéramos robarlo sin que nos cogieran y sin hacer daño a nadie…

Al fin y al cabo, soñar ni cuesta (por ahora, dales tiempo) ni hace daño a nadie. En la vida real, robar es robar, y está mal, y quien lo haga debe pagar por hacerlo, sean guapos, ricos, atractivos, ocurrentes o justicieros. Pero en la oscuridad de las salas de cine, con un bol de palomitas, cuando empieza la música y el prota de turno nos explica el plan perfecto… sólo nos queda memorizarlo y colocarnos en el lugar que nos han asignado para que el plan sea perfecto, como el de cualquiera de las películas que os mostramos a continuación…

El Golpe (George Roy Hill, 1973) 1 / 11

El Golpe (George Roy Hill, 1973)

Parece que estos dos sólo se juntaban para apropiarse de lo ajeno. Después de no dejar banco sin atraco en “Dos hombres y un destino”, se pasan al más artístico sector del timo, con menos pistolas y más ingenio. Y esa música…

Ocean’s eleven (Steven Soderbergh, 2001) 2 / 11

Ocean’s eleven (Steven Soderbergh, 2001)

Pitt, Clooney y Damon tomando el relevo del legendario Rat Pack de Sinatra, Martin y Davis, Jr. La receta, casi 50 años después, funciona perfectamente igual. Tan perfectamente como el golpe que planean en Las Vegas.

Atraco a las 3 (José María Forqué) 3 / 11

Atraco a las 3 (José María Forqué)

Nuestra propia y particular visión del golpe perfecto, aunque los protagonistas no sean ni tan minuciosos ni tan elegantes como suelen serlo sus compañeros de profesión del otro lado del charco. Pero sigue siendo impagable ver a José Luis López Vázquez franqueando el paso en el banco a Katia Loritz…

Rififí (Jules Dassin, 1955) 4 / 11

Rififí (Jules Dassin, 1955)

Obra maestra y mítica del cine de atracos, del cine negro y del cine francés. Perfecta hasta decir basta, incluyendo esa media hora de atraco que te deja con la boca seca y el sabor del mejor cine. Truffaut, que de esto sabía un poquito, dijo de ella: “de la peor novela que he leído, Dassin hizo la mejor película de cine negro que yo haya visto nunca”.

Un trabajo en Italia (Peter Collinson, 1969) 5 / 11

Un trabajo en Italia (Peter Collinson, 1969)

Tan alocada y llena de encanto como los Minis con los que escapan esta banda de atracadores por las calles (y tejados) de Turín. Encuesta tras encuesta, una de las películas más queridas por nuestros amigos los ingleses. Será por Michael Caine

La Trampa (Jon Amiel, 1999) 6 / 11

La Trampa (Jon Amiel, 1999)

Aunque sea a base de emitirla una y otra vez en la sesión de tarde de cualquier cadena de TV, va camino de convertirse en un clásico. Una de robos perfectos con Sean Connery en plan maduro interesante, muy interesante.

Atraco Perfecto (Stanley Kubrick, 1952) 7 / 11

Atraco Perfecto (Stanley Kubrick, 1952)

Encarga a un genio metódico y perfeccionista que se encargue de una película sobre un atraco perfecto. La primera obra maestra que nos ofreció Kubrick, con un final de los que se te quedan grabados.

La Jungla de Asfalto (John Huston, 1950) 8 / 11

La Jungla de Asfalto (John Huston, 1950)

Probablemente la más redonda película de Huston, lo cual es decir bastante. Un impecable, minucioso y amargo retrato de personajes en la mejor tradición del cine negro.Por tener, tiene hasta a Marilyn en uno de sus primeros trabajos importantes.

El caso de Thomas Crown (Norman Jewinson, 1968) 9 / 11

El caso de Thomas Crown (Norman Jewinson, 1968)

Clase. Mucha clase. Y química. También mucha. Los encargados de ambas tareas, unos fascinantes Steve McQueen y Faye Dunaway en la plenitud de sus carreras. Hay que verla, si o si.

Atrapa a un ladrón (Alfred Hitchcock, 1955) 10 / 11

Atrapa a un ladrón (Alfred Hitchcock, 1955)

Si en la anterior hablábamos de clase, que decir de una película protagonizada por Cary Grant y Grace Kelly. Deliciosa, divertida, de Hitchcock. De esas películas que no te cansas de ver. Da ganas de tener una joya para que te la robe Cary Grant.

Origen (Christopher Nolan, 2010) 11 / 11

Origen (Christopher Nolan, 2010)

Un laberinto dentro de un sueño sobre un laberinto que esconde un sueño. Nolan se marca una película de las de ver una y otra vez sin terminar de pillarle el truco, pero apasionante en su construcción y ritmo. Y DiCaprio empezando a ser el actor que nadie pensaba que fuera a ser.

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