Cine para empezar las clases: Detroit, La región salvaje y Jacques.
Cine social y de calle con Detroit, realismo mágico de ciencia-ficción en La región salvaje y biografía de andar por barco de Jacques Cousteau ¿Hace un cine?
La historia de Estados Unidos está plagada de episodios en los que el racismo es a la vez motivo y consecuencia. Episodios que parecen seguir un patrón escrito, un guión que no por conocido deja de ser estremecedor, sobre todo teniendo en cuenta la cantidad y regularidad de los acontecimientos que se van sucediendo. Detroit, la nueva película de Kathryn Bigelow, narra los que sucedieron allá por 1967 en aquella ciudad norteamericana, a raíz de la intervención policial en un bar sin licencia que terminó desembocando en una revuelta que incendió toda la ciudad.
Detroit bien podría haber sido Los Ángeles o cualquier otra población norteamericana donde un enfrentamiento de la policía con la población de color ha llevado a disturbios a gran escala. Bigelow nos cuenta la historia como si nos avisara de ello, del peligro que suponen no ir al a la fuente del problema y solucionarlo de alguna manera que no sea el olvido o la acusación continua al otro de ser la causa. Cine de compromiso y cine de a pie de calle y corazón. Atención a los Oscars.
El que con toda seguridad no estará en los Oscars será el trabajo de Amat Escalante La región salvaje, y no precisamente por falta de calidad, como demuestra el Premio al mejor director en el Festival de Venecia. Sin duda la causa sería su mezcla de extrañeza y erotismo, de lo social con lo alternativo, de sus caminos de ciencia ficción y fantasía, una especie de realismo mágico de nuevo cuño. No gustará a todos, pero a todos a los que les guste les parecerá fantástica.
Nada de lo anterior valdría para definir las bondades de Jacques, la película de Jérôme Salle que narra la vida y alrededores del oceanógrafo Jacques Cousteau, aquel que descubrió a nuestra generación la parte de la naturaleza a la que no llegó nuestro Rodríguez de la Fuente. Si alguien retrata al español y cierra la trilogía con una historia sobre el Sagan de Cosmos, nos tienen atrapados a los de cierta edad. Madur@s interesantes, nos llaman.
Cine social y de calle, realismo mágico de ciencia-ficción y biografía de andar por barco ¿Hace un cine?
Detroit, de Kathryn Bigelow
Lo que más sorprende de la película de Bigelow es que logre sorprendernos y emocionarnos de nuevo una historia que desgraciadamente nos sabemos de memoria. Eso, y el trabajo de sus actores. Escandaloso. Una de esas películas que te dejan el sabor de boca agridulce en el estómago y el cerebro.
La región salvaje, de Amat Escalante
La extraña aparición de una mujer en el círculo de una familia mejicana cambia por completo sus vidas. La región salvaje es perturbadora, fantástica, erótica, grotesca y morbosa, todo a la vez y cada cosa por separado. No apta para todos los paladares… pero con todo el sabor del mundo.
Jacques, de Jérôme Salle
Correcta biografía del oceanógrafo más famoso de la historia, que aunque no bucea -nunca mejor dicho- en las oscuridades del personaje, resulta interesante, sobre todo para quienes disfrutamos de descubrir los secretos del mar junto con sus imágenes.