Cine para encarrilar Agosto: Atómica, Abracadabra y La decisión del rey.
Una de acción con Charlize Theron en plan Atómica, una comedia española diferente, Abracadabra, y la historia detrás de la historia con La decisión del rey ¿Hace un cine?
A la vista de los últimos -e intensos- debates sobre el feminismo en los medios, el papel de la mujer en lo cinematográfico, por ejemplo acerca de la falta de papeles femeninos interesantes, será curioso acercarse a Atómica, la nueva película protagonizada por Charlize Theron, para observar cómo será percibida por el público.
Porque habrá gente que irá a ver Atómica por el físico de Charlize Theron y habrá quienes lo hagan porque es una película de acción protagonizada por una mujer, lo cual no deja de ser una rareza que incluso echará para atrás a más de un rancio que es posible que casi fuera a pasar por taquilla por la primera razón, pero nunca por la segunda. Porque bien es sabido que la acción es sólo cosa de hombres, o eso se dicen. O eso quisieran.
Pues la verdad es que no deja de ser alentador que una de las mejores películas de superhéroes del año sea Wonder Woman y esta Atómica aspire al mismo puesto en cuanto a películas de acción se refiere. Y si, es absurdo negar el atractivo de la actriz principal, como imagino sería hacerlo en el caso de que el protagonista fuera x, y aquí apunte cada una -o uno- su fetiche sexual cinematográfico particular. El caso es que Atómica es meritoriamente entretenida como vehículo de una estimable coreografía de reparto de leña a tutiplen, sexo aparte del repartidor.
En Abracadabra, la nueva película de Pablo Berger, el reparto de leña también existe, pero en este caso es más ética y social que física. Una comedia diferente en el país -sí, este- de las comedias cuasi idénticas, sector aquí no hay quien viva, lo que para muchos significa aquí no hay quien ría. Seguramente será tan diferente como para acaparar odios y lealtades extremas, que de eso también solemos saber mucho. Desde aquí recomendamos su disfrute desde la mente abierta y dispuestos a la sorpresa. Que llegará. Ya nos contarás.
Y para terminar de tocar géneros sin nada en común entre ellos, salvo en ser títulos alejados de la normalidad reinante, toca recomendar La decisión del rey, película noruega que se centra en los acontecimientos ocurridos en los inicios de la invasión alemana de Noruega, en 1940, y en esa decisión que deberá tomar -o no- el monarca noruego ante la magnitud de los hechos. Interesante mirada a los entresijos del poder y de la historia que se debe ver alejada de los conceptos de la política actual.
Acción, comedia, historia… ¿Hace un cine?
Atómica, de David Leitch
Tómese Salt de Angelina Jolie, mézclese en su proporción adecuada con la John Wick del mismo David Leitch y agréguese una pizca ochentera de la mitad femenina de la serie The Americans. El resultado es ver una especie de precuela del último Mad Max observando a Furiosa antes del apocalipsis. Cubo de palomitas y disfrute.
Abracadabra, de Pablo Berger
Comedia romántica sin romanticismo, alta comedia de bajas pasiones, costumbrismo sin costumbres. Así se podría intentar definir la indefinible comedia de Pablo Berger, donde unos excepcionales Maribel Verdú y Antonio Latorre y un meritorio -y alejado de sí mismo- José Mota, nos meten de lleno en el disfrute de una aventura endiablada -nunca mejor dicho- de cambios de personalidad. Para aquellos que dicen que siempre nos reímos de lo mismo.
La decisión del rey, de Erik Poppe
En abril de 1940, el en ese momento invencible ejército alemán entra en Oslo, la capital noruega. La narración de los hechos alrededor de ese momento y el de la decisión que pueda tomar el rey noruego se torna en un interesante relato histórico que nos habla de personajes y momentos que nos son desconocidos, de la misma manera que lo hizo por ejemplo la interesante Diplomacia, de Volker Schlöndorff. Para disfrutar con la historia.