Belle.
Cine de época y de siempre, drama de damas y caballeros, de Austen y Dickens
Hablaba ayer de fórmulas cinematográficas refiriéndome a Guardianes de la Galaxia y al aluvión de películas sobre superhéroes que se producen ultimamente. Pues bien, sin duda otra fórmula que funciona, y lo viene haciendo desde hace tiempo, es la fórmula Jane Austen. A saber, esos dramas románticos victorianos, de protagonista femenina enamoradiza pero de carácter, a la que la vida la pega unos bofetones de cuidado, muy dickensianos, pero de los que sale más o menos entera gracias a su fe inquebrantable en el amor. De esto siempre ha habido en el cine, desde los personajes encarnados por la Pickford o la Gish hasta ahora, pasando por los dramones «más grandes que la vida» de Douglas Sirk de los 50, pero han sido las adaptaciones de las novelas de Jane Austen, empezando por Sentido y Sensibilidad, quienes han actualizado y vigorizado el género en los últimos tiempos.
Belle, dirigida por Amma Asante y protagonizada en su papel principal por Gugu Mbatha Raw, se encuadra perfectamente en el género, y además nos da un aporte nuevo al argumento, porque nuestra protagonista, además de enamorada y demás tópicos del tema, es mestiza e hija ilegítima de un Almirante inglés, criada por su aristocrático abuelo, Lord para más señas. Como ves, la cosa se pone interesante, ya que no es difícil imaginar las consecuencias de semejante linaje en esa sociedad victoriana de moralidad tan rígida como cínica. Por añadir algo más, la película está basada en un personaje real, Dido Elizabeth Belle. Los protagonistas, además de la ya mencionada, son Tom Wilkinson, Sam Reid, Sarah Gadon, Miranda Richardson, Penelope Wilton, Tom Felton, James Norton, Matthew Goode y Emily Watson.
Cine de época y de siempre, drama de damas y caballeros, de Austen y Dickens, de pasar un rato viendo como sufren los demás, tanto por sus vidas, como por llevar ese vestuario con tantas piezas de ropa. Que calor, oiga.