The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro

Uno es de muchas cosas. De Madrid, del Real Madrid, del barrio donde se crió, de tomar cervezas con los amigos, de Ojazos, de libros de aventuras, de cómics… y de Spiderman. La cosa es así desde que cayó en mis manos el primer tebeo con las aventuras del amistoso lanzarredes. Y hasta ahora. No es una cosa que piense o que razone. Es como tomar café después de comer y tener una buena charla. Me gusta.

Así que no es que vaya a atender mucho a guiones, encuadres, verosimilitudes, ritmo narrativo y demás cuestiones cuando vaya a ver esta segunda entrega del segundo relanzamiento (Dios, parece complicado, aunque no lo sea tanto) del héroe arácnido de la Marvel. Porque estaré pensando lo que me gustaría poder columpiarme por Madrid tirando telarañas desde el edificio de la Schweppes a la FNAC y seguir por la Gran Vía hasta quedarme un rato a mirar la ciudad desde el edificio Madrid de Plaza de España.

Repite Marc Webb en la dirección, y también la pareja protagonista, Andrew Garfield y Emma Stone (además de Sally Field). Hay nuevos malos, con Jamie Foxx de Electro a la cabeza y un tal Rhino, y las acrobacias normales de un tipo que tiene los poderes de una araña.

Venga, palomitas, refresco y al lío.