8 Películas para huir (hacia ellas).
Vayan por delante 8 ejemplos de películas de las que no debemos huir, sino todo lo contrario.
Eric Bana y Olivia Wilde, los protagonistas de La Huida (Deadfall), de Stefan Ruzowitzky, no son los primeros ni serán los últimos en ser perseguidos en una película. Huir del peligro, de la policía, del pasado… carretera y manta y muchos, muchos kilómetros y momentos antológicos de la historia del cine. Vayan por delante 8 ejemplos de películas de las que no debemos huir, sino todo lo contrario.
La huida (1972)
Steve McQueen y Ali McGraw huyendo hacia Méjico, con Sam Peckinpah detrás de la cámara y guión de Walter Hill. Bastan cuatro nombres para fijar las coordenadas de una de las películas míticas por excelencia de los años 70.
Thelma y Louise (1991)
Lo que iba a ser una escapada de Fin de Semana, se convierte en una huida hacia ninguna parte para escapar de unas vidas que ni Thelma ni Louise quieren. Dos mujeres y un descapotable para una cinta imprescindible.
Bonnie and Clyde (1967)
Parece que esto de huir se hace mejor en pareja, como tantas cosas. Y que mejor pareja que la que hacían Warren Beatty y Faye Dunaway. Vivir rápido, morir joven y dejar un bonito cadáver, que dicen.
El fugitivo (1993)
El amigo Ford huye de Tommy Lee Jones a la vez que busca al manco más famoso después del de Lepanto. Basada en la mítica serie de 1963 que protagonizaba David Janssen.
Al final de la escapada (1960)
Hay un antes y un después en el cine, tras la aparición de Godard y esta película, de Belmondo y sus cigarrillos y de Jean Seberg vendiendo periódicos en París. Como dijo Ángel Fernández Santos, un pequeño inmenso film.
Corazón Salvaje (1990)
David Lynch en estado puro para una road movie que tiene tanto de la primera parte del corazón del título como de salvaje. Película para amar u odiar, sin duda, pero no sin haberla visto antes y haberse empapado de la locura de sus personajes.
Huida a medianoche (1988)
Otra de huidas en pareja, en esta ocasión masculina, con De Niro y Grodin bordándolo en una película llena de acción y comedia a partes iguales, perfectamente mezcladas y servidas para nuestro disfrute.
Un Mundo Perfecto (1993)
Romanticismo vital al estilo Eastwood, es decir, sin una gota de noñería, pero capaz de ponerte los pelos como escarpias al relatar esta huida de un preso (Costner) y un niño a través de carreteras, esperanzas y derrotas.