Ralph Norman Angell ha pasado a la historia por demostrar lo absurdo de la guerra, lo hizo con tal rotundidad que incluso recibió por ello el Premio Nobel de la Paz en 1933.
Nació en Holbeach, Inglaterra el 26 de diciembre de 1872 en el seno de una familia numerosa -tenía cinco hermanos- y vivió en California -donde se forjó como periodista-, en París -donde ejerció como tal- y en su Inglaterra natal -donde se unió al partido laborista para ser miembro del Parlamento Británico de 1929 a 1931, llegando a ser también miembro ejecutivo de la Sociedad de Naciones. Pasó también una temporada en Ginebra y estudió en su Universidad.
Angell trabajó en el consejo del Real Instituto de Asuntos Internacionales y fue miembro ejecutivo en el Comité Mundial contra la Guerra y el Fascismo, fue también todo un Sir (su nombramiento tuvo lugar en el año 1931).
Pero no fue su trayectoria profesional la que lo hizo merecedor del Nobel, fue su convicción del mundo de desventajas de las guerras sobre la negociación y el acuerdo en aras de un buen progreso, y fue ‘La gran ilusión’, su obra más importante -publicada en 1910 y traducida a 25 idiomas-.
El suyo es uno de esos casos en los que puede decirse que por sus palabras lo conoceréis y por eso es hoy el protagonista de nuestras efemérides, porque la huella de sus palabras es imborrable, desafortunadamente las guerras no lo son.
“Not more knowledge but better use of the knowledge which we now have, is perhaps the main educational need and the main educational problem which confronts us.”
No más conocimiento pero sí un mejor uso del conocimiento que ahora tenemos, es quizá la mayor necesidad educativa y el mayor problema educativo al que nos enfrentamos.
“Each nation pleads the need for defence; but this implies that someone is likely to attack, and has therefore a presumed interest in so doing.”
Cada nación clama por su necesidad de defenderse; pero ésto implica que alguien está dispuesto a atacar, y que tiene de hecho algún interés en hacerlo.
“The economic difficulty of the modern world is not shortage of materials but the organization of their exchange and distribution; distress arises, not from scarcity but from dislocation and maladjustment.”
La dificultad económica del mundo moderno no es la escasez de materiales sino la organización de su intercambio y distribución; la angustia surge no de la escasez sino de la deslocalización y desajuste.
El mundo está lleno de gente interesante, de gente que aporta, que crea, que sabe… la gente que construye en sociedad, la gente que admiramos, en la que creemos, es ésta.
Abogado, doctorado en ciencias políticas y presidente número 28 de Estados Unidos, Woodrow Wilson nació en Staunton, Virginia, el 28 de diciembre de 1856. + ver