Este fin de semana querrás que te den calabazas… Receta paso a paso.

Preparadas tan ricamente... ¿quién no querría que le dieran calabazas?

Si hay un momento del año en el que a nadie le importa que le den calabazas es, sin duda, Halloween, estos días las calabazas son protagonistas de la decoración al plato y ahí vamos, al plato ¿quién se resiste a los ricos platos preparados con calabaza que incluimos en esta galería de imágenes?.

Hay modos clásicos para degustar la calabaza: en crema o en puré, en tortilla (¿no has probado la tortilla española cambiando la patata por calabaza?), al horno… pero hay otros modos menos populares e incluso más deliciosos de incluir la calabaza en tus platos de otoño ¿como cuáles? Éstos: el risotto de queso gorgonzola con calabaza, setas y nueces que puedes degustar en la Terraza del Santo Domingo; la empanada de humita de Tita de Buenos Aires; los ravioli de calabaza de El Bacaro de Fabio Gasparini; el lomo de lubina atlántica de Aquanaria a la brasa con calabaza de ERRE de Roca; o la ensalada de calabaza  asada con yogurt, especias y frutos secos del Uskar.

El colmo de la originalidad sería disfrutar de un café de calabaza… ¿te lo imaginas? Te contamos, gracias a Sage Appliances, cómo prepararlo, toma nota:

Ingredientes para un par de cafés de calabaza:
30 mililitros de calabaza triturada previamente cocida
12 gramos de azúcar o la cantidad equivalente del edulcorante que prefieras
Canela molida al gusto
1 cucharadita de nuez moscada molida
450 mililitros de leche
70 mililitros de café expresso recién hecho

Opcional: nata montada teñida con colorante rojo para decorar

Preparar este café es la mar de sencillo: sólo tienes que mezclar la calabaza cocida y triturada con el azúcar y las especias en primer lugar y a continuación la leche; calentar suavemente esa mezcla, sin que llegue a hervir y a continuación añade el café. Si quieres que tenga un aspecto todavía más propio de Halloween puedes decorarlo con un poco de nata coloreada con colorante rojo.



Saborear

Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.

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