Las tradiciones también son gastronómicas y del mismo modo que a la Navidad no le falta su turrón o a la Feria de Abril su manzanilla, a la Semana Santa tampoco le faltan sus torrijas; claro que el hecho de que se trate de un postre tradicional en esta época del año no significa que no pueda reinventarse, de hecho, lo hace. Y lo hace especialmente en Madrid porque es cuidad y cosmopolita y aquí la vanguardia gastronómica es siempre tendencia, incluso si hablamos de un dulce tan tradicional como las torrijas.
Las torrijas han sido siempre de leche o de vino, siempre con el pan como ingrediente esencial y también un toque de canela y otro de limón pero… ¿hay otro modo de comer torrijas? la respuesta es sí, sí al menos si visitas alguno de los establecimientos que hoy te proponemos. Vamos a descubrirte las torrijas más vanguardistas de Madrid, algunas de pastelería otras de restaurantes, y dejaremos que se cuele en nuestra lista también alguna que otra propuesta 100% tradicional para satisfacer también a quienes, al menos en lo gastronómico, les cuenta renovarse.
Lo que hoy es sugerimos es un paseo por diez pastelerías y restaurantes de Madrid que hacen de la torrija lo que siempre ha sido y también algo nuevo y diferente, ya sea por sus ingredientes, aunque a ninguna le falta el pan, o por el acompañamiento con que se sirve ¿estás listo para descubrirlas? déjanos que te advirtamos antes que son irresistibles y difícilmente podrás evitar elegir alguna para degustarla antes de la que el tiempo de las torrijas de paso a la luminosa primavera que, también en lo gastronómico, esperamos como agua de mayo y sol de junio.
¿Te gustan los dulces? si es así prepárate a descubrir los más deliciosos de la Semana Santa Madrileña, sus torrijas.
Nunos ha revolucionado el mundo de las torrijas de un modo que no alcanzas a imaginar… El truco está en el pan de las torrijas que se prepara con diferentes cereales.
Atento a la variedad de torrijas de Nunos: torrija de quinua al aroma de Pisco y toffee de lima (muy peruana); torrija bañada con leche de coco y pan de chía (totalmente asiática); torrija de pan de escanda rellena de cuajada con miel ecológica (muy nuestra, pero diferente); torrija de cinco cereales y cinco semillas; y más…: torrijas tradicionales, como la de azúcar y canela, a la plancha con crema inglesa, con crema tostada de miel.
Las de Levadura Madre son, en cuanto a la receta, unas torrijas tradicionales pero, en su caso, la clave está en el pan, un pan enriquecido pensado para aguantar todo el proceso de la receta de las torrijas y que el resultado sea un dulce cremoso y de rico sabor.
¿Qué decir de la Duquesita? esta mítica pastelería de Madrid cuenta con décadas de experiencia en Semanas Santas y torrijas, si tienes oportunidad de probarlas, no te las debes perder…
No parecen torrijas, pero lo son; esta pastelería de inspiración francesa (aunque regentada por una pastelera orensana…) reinventa las torrijas y, aunque esencialmente son de pan ecológico y se bañan en leche infusionada con canela de ceylán y vainilla de Tahití, siguen después un proceso creativo que las transforma en esas deliciosas rosquillas que te mueres por probar… (nosotros también).
¿Vas a pasear Madrid en Semana Santa? Entonces no lo dudes, acércate a la taberna Matritum, en el corazón del barrio de la Latina, y descubre no sólo sus vinos y sus tapas (ojo al bacalao…) sino también sus torrijas porque son de capricho: Torrija brioche con helado artesano de yema tostada
En el Cielo de Urrechu también saben de torrijas y de darles un toque especial, aquí se sirven en dados y se acompañan de una pincelada de café con leche.
Bacira es un restaurante fusión de Madrid que lleva ya tres años ofreciendo una de las torrijas más innovadoras de la capital que gusta cada año a más gente: Torrija caramelizada con sopa de vainilla y lemon grass con helado de canela.
En una carta tradicional de un restaurante centenario como La Rayúa no pueden faltar las torrijas ni pueden ser más que las tradicionales, las de toda la vida, las que siempre nos han gustado… y nos gustan.
Directos al paladar. Productos tan deliciosos como difíciles de encontrar “cocinados” o embotellados, en series limitadas, bajo la vigilancia de los expertos más selectos.