Shelby Super Snake 2017, 50 años no son nada para una serpiente.
Shelby Super Snake sopla las 50 velas demostrando que tiene 750 razones en forma de CV para seguir enamorándonos.
En 1967 Shelby American lanzaba al asfalto de la interminables carreteras americanas un muscle-car de leyenda, un comehorizontes que llevaba al límite todas las posibilidades de desarrollo del popular Ford Mustang: el Shelby Super Snake. Medio centenar de años después, que se dice pronto, de las llaves, manos, cerebros y ordenadores (que los tiempos han cambiado) de Shelby sale ese modelo que se quedará en la memoria de los fans de los coches como Un Super Snake del 17. Un V8 de hasta 750 CV que es el mejor homenaje a la a la marca y al modelo que se pudiera pensar.
Si 50 son los años que se cumplen, 500 unidades serán las que compondrán ésta serie limitada. Medio millar de coches que combinarán los icónicos azul y blanco en una carrocería donde la fibra de carbono es el material de elección para que el Super Snake muestre en el asfalto un perfil único, con retoques en los parachoques y el capó del frontal, las taloneras o el spoiler y el difusor trasero. El interior mantendrá el nivel de un coche destinado a colmar las expectativas de todo aficionado al estilo americano de motores potentes y a emociones fuertes. Toda una declaración de principios.
El alma del Shelby Super Snake 2017 es, por supuesto, el desarrollo del motor V8 de 5 litros, que alcanza una primera y «accesible» cifra de 670 CV en un primer nivel mediante sobrealimentación por compresor, que pueden llegar hasta los 750 CV en el caso de que se opte por un Whipple o Kenne Bell al mando de las operaciones en eso de imprimir potencia. El aparataje para intentar domar el demonio bajo el capó ha sido reforzado con mejoras en la transmisión, el sistema de frenada y la refrigeración. El Shelby Super Snake 2017 llegará al siguiente horizonte al mismo tiempo en el que lo harán nuestros sueños. Muy, muy rápido. Y es que 50 años no son nada para una serpiente.
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