BMW Serie 8 Concept, regreso al futuro. Ese deportivo coupé que querríamos todos.

Cantaba Doris Day aquello de When I was just a little boy I asked my mother What will I be y resuena de fondo en mi cabeza mientras veo las imágenes del nuevo BMW Serie 8 Concept. Porque no sé que seré de mayor, pero que de mayor quiero uno de estos seguro. Incluso hoy. Hoy mismo.

Y échale la culpa a la crisis de los 40 que no acaba de llegar o a lo que quieras, a lo que nos gusta un coupé -no me digas por qué especialmente a los hombres- más si es descapotable, que no es el caso pero que da igual. Lo que sí viene al caso es verlo, saberlo, conocerlo para desearlo.

BMW lo ha presentado en el Concorso d’Eleganza Villa d’Este entre los clásicos más apetecibles. Y que lo haya presentado en el Concorso d’Eleganza nos es baladí primero porque qué mejor lugar y segundo porque para eso son los patrocinadores del evento. Lo que pueden destacar esas modernas líneas del BMW Serie 8 Concept entre las de los clásicos. El contraste de tanta calidad y evolución del diseño es un escándalo.

Empecemos por el final, ¿Por qué 8? Pues porque según dice el Presidente del Consejo de Administración de BMW AG “en BMW, el número 8 siempre ha representado el culmen del rendimiento deportivo y la exclusividad”. Así que aprovechar el 8 para una serie 8 que va a redefinir la línea de los BMW a partir del próximo año (2018) parece como concepto lo más acertado. Eso si los nuevos siguen estas líneas claramente BMW pero llevadas a la deportividad y la potencia más elegante, lujosa y con carácter. Exclusividad, diferenciación. Para con el pasado y con el resto.

El BMW Serie 8 Concept marca una estética más deportiva en su perfil, con el morro largo que recuerda a la serie Z, pero con superficies amplias y dinámicas. Un perfil fluido y muy muscle car, con un morro bajo con gesto de tiburón a punto de dar un bocado, y una potente forma aerodinámica trasera. Las grandes entradas de aire le confieren ese aspecto potente de un superdeportivo. Y el color, ese color que se llama Barcelona Grey Liquid, que es eso, un gris azulado o un azul grisáceo muy especial y exclusivo de la marca que tiene pigmento de gran iridiscencia. Vamos que según le de la luz o la sombra tomas unos tonos cambiantes. Especial, decía.

Como buen deportivo coupé calza unas llantas de 21 pulgadas de aleación ligera de 6 radios que dejan ver los discos y que cuando está en movimiento parece que las ruedas giran sin sustento central. Son llantas también exclusivas para este modelo. Y como las llantas son capricho de culto, my de custom cars, de apaños personales, podría caber el riesgo de haber creado unas más aparatosas. No con BMW, claro, que han sabido resolverlo con deportividad y elegancia.

El interior, del que no tenemos aún imágenes, es todo lujo. Y deportividad. Sí, las dos cosas pueden ir juntas y resolverse realmente bien, pero hay que saber. En ese interior compacto y seguro “todas las superficies y líneas gravitan hacia adelante y destacan la experiencia dinámica de conducción.” Siguiendo las líneas más modernas de diseño todos los elementos fluyen entre sí, desde el salpicadero a la consola central y los reposabrazos afirmando su carácter dinámico y moderno. Y materiales de primera calidad, por supuesto, cuero Merino Dark Brown o Fjord White firma de carbono, aluminio pulido a mano, y cristal Swarovski color cuarzo ahumado para la palanca y el controlador iDrive.

En fin, que el resultado es excepcionalmente deseable y excepcionalmente BMW y como con todos los concept el constructor nos muestra el camino que tienen intención de seguir. Y nos gusta. A nosotros por lo menos. Nos gusta porque es un salto evolutivo y no una ruptura, porque redefine pero no rompe. Y porque es perfecto, estéticamente perfecto. Hasta glamuroso. No es exactamente un modelo que en principio vaya a entrar en una cadena de producción, por eso es un concept, pero a poco que lo que viene detrás esté en la línea este que escribe seguirá preguntándole a su madre si será rico de mayor, como Doris y recibiendo por respuesta un Qué será, será, what ever will be, will be… pero que sea un BMW Serie 8 Concept como este.