El pequeño Mugler.

Estrasburgo no era consciente de que, entre sus 72.000 habitantes allá en el 1948, el señor Mugler llegaría al mundo para dotarlo con un auténtico talento polifacético. A día de hoy, en pleno siglo XXI, el pequeño fotógrafo, diseñador, permufista, productor, director y modisto cuenta con musas como Beyonce o Dita Von Teese, lo que dice mucho de su estilo que, guste o no guste, no deja indiferente.

Y en 1992 Tierry decidió que su imperio debía formalizarse y seguir conquistando territorios. Así es como nace Angel, uno de sus perfumes más emblemáticos y seductor en cuanto a fórmula: la capacidad de engañar a la nariz se funde con la nueva corriente, la de los Orientales Gourmands. Como alma gemela, en el 2005 aparece Alien, la representación de la sensualidad a través de unas gotas que suponen una explosión de caramelo de mantequilla salada.

Bien, ante estas dos barbaridades, la casa decide que ya va siendo hora de adaptar las exquisiteces a las nuevas tendencias e innovar en el mercado. Así es como surge la nueva versión de las dos joyas de la corona: Aqua Chic Alien y Aqua Chic Angel. Con la idea de perseguir una frescura global, tanto Alien como Angel verán refrescada su fórmula a través de un proceso inédito en la perfumería tradicional. El responsable de esta revolución es el hidrolat, que aportará un ‘agua sofisticada’ a los perfumes.

Cuando la fuerza y la sensualidad de ambos perfumes se entremezclan con esta agua de flor, nos encontramos con una alquimia deliciosa que resaltará aún más el resplandor de la fragancia original. ¿Quieres probar este torbellino de sensaciones? Habrá que esperar hasta junio para que el pequeño Mugler nos deleite con su nueva conquista…

Thierry Mugler