Deseo encontrarte.

La última fragancia masculina de Calvin Klein, Encounter, se inspira en un encuentro que está a punto de suceder entre un hombre y una mujer. La campaña lo describe así: hay un ambiente como de película de cine negro, todo misterio y oscuridad. Él y ella están casi pegados, a la distancia de un beso, pero no se tocan. Y todo es deseo y atracción. Y cuando parece que ya está, él consigue dominarse y para. Y con ese gesto la gana para siempre. Porque, como todo el mundo sabe, el deseo del encuentro es más satisfactorio y poderoso que el encuentro en si mismo.

Encounter pulveriza todos los tópicos aplicables hasta el momento en lo que a perfumería masculina se refiere. Es un jugo muy seductor, cero empalagoso. Su fragancia te atrae porque resulta fresca y cuando ya te tiene enganchado desgrana su verdadera faceta, una muy cálida y adictiva. Y ya estás perdido. Entre sus ingrediente se encuentra el coñac, una nota casi desconocida que resulta demoledora. A su lado, la mandarina, la pimienta, el jazmín y las maderas de agar y de cedro. Un conjunto resultón extremadamente lujoso.

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