Cremosos como un helado.
Las sombras de ojos, los coloretes y las máscaras de MAC transforman el rostro con sus colores brillantes y sus texturas esponjosas.
Porque en maquillaje no sólo importa el color. Porque un colorete ha de dar rubor… y placer. Porque las pestañas pestañean mejor si están coloreadas. Porque en primavera apetece sumar tonos al dorado que adquiere la piel que lame el sol.
Por complacer estos deseos y por varias razones más (su amplia variedad de productos, su buen precio, la calidad de sus fórmulas e, incluso, sus acciones solidarias…) MAC es la marca del momento. Su colección Cremeblend Blus (21 euros) se compone de seis deliciosos tonos que ayudan a perfilar los pómulos y a perfeccionar el perfil. Cremosa como un helado de vainilla, permite jugar con la intensidad del color y con la cantidad de producto untada para obtener un look muy natural y sutil o un rubor intenso, muy retro y muy chic.
Flighty es una edición limitada de 16 sombras de ojos (19,50 euros) en textura mousse que, aplicadas como acuarelas, transforman el párpado en colorido plumaje. Las máscaras Zoom Lash (17,50) dejan las pestañas tan esponjosas como un batido.