Rado explora un nuevo universo: el titanio.

Desde hace casi tres décadas, la cerámica de alta tecnología ha sido patrimonio casi exclusivo de Rado, hasta que Chanel lanzó el J12 quince años después y muchas otras marcas se lanzaran a la conquista de este material resistente y cautivador.

Pero si algo caracteriza a la firma perteneciente a The Swacht Group es la innovación y el espíritu inconformista. Por ello hoy sorprende al mundo relojero con el lanzamiento del modelo HyperChrome 1616, una reinterpretación de la colección clásica Cape Horn de Rado de los años 1960 en caja de titanio grado 5 endurecido con la que rendir homenaje al cuarto centenario del descubrimiento del cabo de Hornos en Sudamérica.

HyperChrome 1616 es una pieza osada tanto desde el punto de vista formal como funcional, desde su llamativa caja tipo cojín de 46 milímetros hasta su correa de cuero extra ancha. Sus funciones de horas, minutos, segundos, día de la semana y fecha están accionadas por un calibre automático que proporciona una reserva de marcha de 80 horas.

Y movida ese afán inconformista la marca implementa la ligereza del titanio habitualmente empleado –que pesa la mitad que el acero- gracias a una alteración estructural de la superficie del metal que es mucho más que una simple capa de revestimiento. La otra cualidad del titanio es su resistencia y aquí Rado nuevamente desarrolla un tratamiento de endurecimiento que consigue que el titanio alcance una dureza de 1.000 en la escala Vickers, un valor cinco veces superior al del acero empleado en relojería.

Desde el punto de vista estético, el reloj nos remite a su referente sixty principalmente por su esfera de color blanco roto, con índices de tono oro amarillo, emblema de ancla móvil grande del mismo tono y logotipos Rado y Automatic en color gris. Como curiosidad, el día de la semana y la fecha comparten ventanilla bitono en forma vertical a la altura de las 6 horas.