Las horas del cielo.

Durante la Primera Guerra Mundial, a los soldados franceses se les conocía con el apodo de poilus –que significa peludos-, lo que en el lenguaje coloquial hacía referencia a los hombres valientes y varoniles. Ellos fueron los primeros en llevar los relojes de pulsera que más tarde pasarían a las muñecas de los pilotos quienes, debido a su fiabilidad técnica, los integraron en su día a día en los años 30.

La firma Bell&Ross siente debilidad por los relojes militares y rinde homenaje a la historia presentando el reloj de bolsillo Vintage PW1 y su versión en reloj de pulsera Vintage WW1. Ambos cuentan con líneas sobrias y clásicas que permanecen fieles a los cánones de relojería de la época readaptándolos a los valores de la marca. Tal y como afirma Bruno Belamich, diseñador de Bell&Ross: “hemos viajado hacia el pasado adentrándonos un poco más en él para completar nuestra colección”.

La esfera se caracteriza por su depurado y legible grafismo y se completa con un cristal de zafiro con forma abombada y una corona estriada de fácil manejo. El modelo de pulsera lleva una correa de piel negra de cocodrilo mientras que el modelo de bolsillo va acompañado de una larga cadena. Su característica común: el movimiento mecánico con cuerda manual.

En la misma línea, los modelos WW1-92 Heritage y WW1-92 Military se presentan con una caja de acero gris mate en la que los minutos aparecen en el diámetro mayor, una lectura inspirada en los relojes de navegación que utilizaban los militares en vuelo para orientarse o calcular la velocidad que alcanzaban. La esfera lleva un triángulo fluorescente que sitúa las doce en la oscuridad y va acompañada de una correa de becerro envejecido o natural.

Bell&Ross