Horas que flotan.

Los días, las horas, los minutos, los segundos, no son iguales para todos, no lo son en los infinitos diseños de relojes que se presentan año tras año. Resulta complicado encontrar entre ellos relojes que marquen una pauta de diseño diferente sin perder la legibilidad de sus funciones.

Grandes complicaciones o no, la verdad es que es la configuración de los diales de un Ressence el que le confiere una singularidad especial, una genialidad que tras los Type de la serie One da un salto en el Type 3 en el que los diales se elevan hasta el cristal convexo de zafiro anti reflectante en el que flotan (literalmente) las esferas en un continuo movimiento gracias a micro campos magnéticos, sobre una caja de la que ha desaparecido la corona y en cuya trasera encontramos los controles.

407 componentes y 175 gramos, 28 gears, 25 jewels, titanio… y un tamaño de 44mm x 15mm con un diseño y tecnología excepcional cuyo precio (23.000€, también excepcional) lo convierte en una pieza para coleccionistas de relojes únicos.