Breguet reinventa la feminidad.

Los relojes femeninos son cada vez más complicados y la complicación por la que las marcas apuestan más en sus propuestas para la mujer es las fases de luna. Tal vez es porque es una de las más poéticas.

Breguet ha avanzado una de las novedades que presentará en Basilea 2016, la cita anual más importante para el sector relojero, y su primera revelación es el reloj Classique Phases de Lune Dame 9088.

Es un modelo del que poco se puede decir de sus atributos estéticos porque saltan a la vista. Es femenino, de una elegancia refinada y atemporal. Es un clásico entre los clásicos y es una manifestación más de la quintaesencia de la manufactura Breguet pues utiliza el mismo lenguaje estético que hace 240 años.

El nuevo Classique Phases de Lune Dame 9088 se hace ominipresente con una caja de oro blanco con un tamaño muy femenino y muy apropiado para un reloj joya: 30 mm. Tiene los cantos acanalados y la esfera de esmalte gran feu con números árabes Breguet, minutos decorados con pequeñas estrellas, flores de lis en las fracciones de los cinco minutos y las gujas azuladas, inspiradas en las manecillas pomme évidée que Breguet diseñó en 1783. Este reloj no sería lo mismo sin las fases de luna, indicadas en el interior del pequeño segundero sobre las 6 horas.

Breguet proyecta luz sobre este reloj al engastar el bisel y las asas de la caja de oro blanco. Pero no son las únicas propuestas con las que la manufactura suiza reinventa la feminidad. Este reloj Classique Phases de Lune Dame está disponible también con caja en oro rosa y esfera de esmalte, con o sin diamantes; también sabemos que está disponible con caja en oro blanco o rosa, a elegir con engaste o no, pero con esfera en nácar natural con decoración guilloché realizada a mano, números árabes y agujas Breguet. Lamentablemente no nos han facilitado imágenes de estas otras versiones por lo que habrá que esperar a la Feria de Basilea para comparar qué modelo nos gusta más.

Todas estas refinadas propuestas miden el tiempo con un movimiento de carga automática con una reserva de marcha de 45 horas.  Los acabados de Alta Relojería con los que Breguet ha mimado el corazón de este reloj –Côtes de Genève en los puentes y decoración guilloché en grano de cebada en la masa oscilante– quedan a la vista a través del cristal de zafiro del fondo.