Alpiner y el perenne tiempo de montaña.
Porque siempre es tiempo de escalar la vida...
La colección Alpiner, de Alpina Watches, es una muestra más de tantas como la firma suiza ha presentado a lo largo de sus más de 130 años de historia, de como el estilo deportivo no está reñido con la elegancia y de como un reloj para alpinistas lo es para todos los días y todas las ocasiones porque, al fin y al cabo, la vida amenudo se asemeja a una montaña por escalar.
Una montaña con cumbre por coronar como lo es la del Jungfrau, o la de el Monch y también la del Eiger, los tres picos que componen el emblema de Alpina.
Los dos modelos que destacamos hoy: Alpiner Automatic -AL-525- y su cronógrafo –Alpiner Automatic Chronograph, AL-750- son creaciones de manufactura suiza, inspiración cincuentera y aire deportivo que los convierten en las mejores opciones para medir el tiempo en verano.
Ambos modelos lucen cristal de zafiro y esfera abombada, no en vano el cronógrafo se crea a partir del Alpiner Automatic aunque, más allá del corazón de cada modelo, muestran también sutiles diferencias en su aspecto.
El modelo Alpiner Automatic se presenta con esfera en tres colores -plata, negro y gris- con índices y números en oro rosa y se comercializa a demás tanto en acero inoxidable como en su versión bicolor revestida en PVD negro, ambas opciones disponen de correa de piel o brazalete de acero inoxidable. Bajo esa bella y solvente apariencia, la te un movimiento automático con fecha y tres agujas.
Por su parte el cronógrafo -AL-750-, luce esfera en cuatro tonos: plata, playa y verde, negra o gris y siempre con los índices en oro rosa-, la caja es de acero inoxidable y dispone de dos opciones de correa: una en piel o brazalete de acero. Además de contar con un movimiento de cronógrafo, dispone de una escala telemétrica en la esfera para cruzar un cálculo que relacione de modo certero tiempo y espacio…
Alpina, la firma que inventó los relojes deportivos, es ahora quien dota a aquellos modelos de un extra de elegancia y funcionalidad que resulta irresistible para nuestra escalada diaria por las laderas de la vida.