La máquina del tiempo.

Como dicen algunos, el tiempo es oro y cuando uno se calza una joya de este calibre siente que se tele transporta en el tiempo hasta donde se pueda llegar a imaginar…

La pasión de Jacob Arabo por la joyería empezó en su juventud, cuando vivía en Rusia. Después de emigrar a EEUU, y con 16 años, hizo un curso de diseño de joyas para desarrollar sus talentos naturales. Con más de 35 diseños en su haber, sorprende al mundo con este impactante modelo.

Con una de estas 99 piezas fabricadas en blanco, 18 en oro rosa y 18 en platino podemos sentir que el tiempo se para en nuestra muñeca. Este Quenttin está hecho en su gran mayoría en fibra de carbono y el movimiento se realiza mediante posicionamiento de carriles horizontales. Puede funcionar 31 días gracias a la energía de siete pequeños barriles coloreados en oro, mostrados a través de de ruedas verticales. Una delicia asequible sólo para unos pocos, ya que sus valor está fijado en 370.000 €.