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cerrarEn primer lugar…
Un reloj, dos modelos, para una de las competiciones náuticas más duras.
Tenía 18 años cuando fué coronada Reina de Inglaterra. Era 1830 y comenzaba el reinado más largo del reino Unido, 64 años durante los cuales Gran Bretaña se convertiría en el motor de la Revolución Industrial que cambiaría el mundo.
Tatarabuela de Isabel II -la actual reina de Inglaterra- de Margarita de Dinamarca, de Carlos Gustavo de Suecia, de Harald de Noruega y de Juan Carlos I de España, impulsó junto a su marido el príncipe Alberto la Gran Exposición de Londres de 1851 en la que se mostraron al mundo los mayores y más asombrosos progresos de la tecnología y la ciencia de aquel tiempo.
Con motivo de aquella exposición Universal, ese mismo años se organizó la Queen’s Cup, una regata alrededor de la Isla de Wight en la que curiosamente 50 años después moriría la Reina Victoria. Se cuenta que la goleta América apareció entre la niebla rápida, majestuosa, ligera, dejando atrás catorce naves y la Royal Yacht y haciéndose con la copa. Desde aquel momento se conocería a la regata como la America’s Cup, por el nombre de la goleta del New York Yacht Club y no por el origen americano de esta.
Cuatro años después de aquella regata, en 1854, en la Reu Neuve des Capucines de París, el diseñador francés Louis Vuitton fundará la casa Vuitton que daría nombre entre 1983 y 2007 a la Challenger Selection Series (Louis Vuitton Cup) que daría a conocer al retador. Aquel primer año de esponsorización, en la 25ª defensa, por primera vez en 132 años el NYYC perdió el trofeo frente al Australia II del Real Club de Yates de Perth.
En su 34 edición, Louis Vuitton presenta estos dos relojes en edición limitada con el logo de la America’s Cup. Automático o con movimiento de cuarzo, fabricados en Suiza, ambos cronógrafos de 44mm de caja en acero inoxidable en negro, y rojo y correa de caucho, sumergibles hasta los 100 metros y con una garantía de 5 años. Su precio oscila entre los 7.500 y los 11.600 euros.