Wenceslao Fernández Florez ¡Qué país, Señor, qué país! ¿Qué cabe hacer en él? Biografía, citas, frases.
Wenceslao Fernández Flórez, el autor de El Bosque Animado y relator de la vida en la fraga de Cecebre, nació en La Coruña el 11 de febrero de 1885.
Wenceslao Fernández Flórez nació en La Coruña y desde pequeño se interesó por la medicina, una vocación temprana que se quedaría para siempre insatisfecha porque la muerte de su padre le obligó a abandonar sus estuidos y empezar a trabajar a los 15 años; dejó así sus estudios y quiso la suerte que comenzara a ejercer como periodista local, lo que lo mantuvo ya para siempre cerca de las letras por fortuna para la literatura española porque acabó conviertiéndose no solo en un magnífico escritor sino también en un importante cronista parlamentario, probablemente el mejor de su época, buena cuenta de ello dan sus columnas en el Diario ABC publicadas entre 1915 y 1934 (‘Acotaciones de un oyente’).
En 1907 se traslada a vivir a Marid y en 1913 pasó junto a su familia unos días de verano junto a la Fraga de Cecebre, le gustó tanto que repitió y convirtió este lugar en su residencia de verano; actualmente la que fuera su casa es su Casa Museo y Centro de Interpretación de su obra; además este lugar inspiró su obra más notable: El Bosque Animado, que no es otro que la propia Fraga de Cecebre desvelada al mundo por la pluma de Fernández Flórez.
Vivió en La Coruña, tenía lazos importantes con la ciudad de Ferrol (de allí era su padre y llegó a dirigir en ella un diario local, eso le valió cierta cercanía con Franco aunque su liberalismo confeso le costó ciertos receleos del régimen hacia él), y también en Madrid, ciudad desde la que huyó al estallar la guerra civil al ser acusado de no haber apoyado al Frente Popular; aquella huída fue épica, primero se refugió en la embajada Argentina, después en la holandesa; a continuación se trasladó a Valencia para salir de España rumbo a Holanda pero en último momento le fue negado el visado, solo la opinión de Indalecio Prieto, quien pensaba que era innecesario tensar las relaciones con Holanda a cuenta del escritor gallego, le facilitó la salida.
Wenceslao Fernández Flórez era liberal y conservador pero era también crítico y su mirada era siempre honesta sobre la realidad de las cosas, su obra es una crónica de su tiempo, una lectura que ilumina la historia de España en algunos de sus años más oscuros, unos años que Wenceslao describió con gran claridad por boca de uno de sus personajes:
‘(…) ¡Qué país, Señor, qué país! Entonces, ¿qué cabe hacer en él? La vida humana ya no merece el menor respeto, la justicia se condiciona a la política, la autoridad toma partido por un grupo, los transeúntes se juzgan por sus vestiduras y se cruzan miradas de desafío, el odio se expande y se infiltra como un gas en toda la vida española; se incendian iglesias frente a la cara de ese burgués cobarde que tiembla en el Ministerio de la Gobernación y que adula a las turbas mientras acaso piensa en su propio dinero amenazado (…)’.
Fue miembro de la Real Academia Gallega y de la Real Academia Española, recibió el Premio Nacional de Literatura, la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica y la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio.
¿Obras más destacadas? La primera de todas ellas El Bosque Animado, también Las Siete Columnas y Volvoreta además, por supuesto, de sus columnas en el Diaro ABC, Acotaciones de un Oyente.
Murió en Madrid el 29 de abril de 1964.
Sus Citas y Frases célebres
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“Cuanto se puede ver, hacer o pensar sobre la tierra, lo más prodigioso, lo más profundo, lo más grave es esto: vivir. ”
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“Cuando los hombres buscan la diversidad viajan.”
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“Era tonto, pero era políglota, con lo cual decía sandeces en varias lenguas.”
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“El hijo de las largas convivencias desapasionadas es el tedio.”
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“Una palabra rara es en una página como un adoquín levantado en una calle. ”
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“La humanidad trabaja por horror al trabajo, por un afán tenaz y esperanzado de librarse de él.”
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“¡Extraño mundo éste del toreo! Como la muerte lo preside, a veces horripila y a veces emana de él una aleccionadora trascendencia. Nunca se podrá encontrar en el fútbol un tema de honda meditación. En el toreo, sí.”