Alfa Romeo LMP1. Porque todo en la vida es sueño, y los sueños… coches son.
El Alfa Romeo LMP1 puede que nunca exista, y sin embargo, una vez visto, es complicado no dejar de recordarlo para siempre.
Ignoramos de Luciano Maffini casi todo, salvo su nombre y los datos que aparecen en su perfil de una web dedicada a mostrar el talento creativo de un buen número de diseñadores gráficos, industriales, arquitectos, ingenieros y demás gente de buen pensar y mejor imaginar. No sabemos, por ejemplo, si ha leído a Calderón de la Barca, o siquiera si piensa que la vida es sueño. Pero sí sabemos como es y que nombre tiene uno de sus sueños: el Alfa Romeo LMP1.
Podemos deducir de este diseño en particular que nuestro amigo Maffini es aficionado al automovilismo, que le gustan los Alfa Romeo y que sigue el Campeonato Mundial de Resistencia, o al menos las legendarias 24 horas de Le Mans, puesto que ha apellidado a su coche como LMP1, es decir, las siglas correspondientes a Le Mans Prototype, la homologación que define a los coches que pueden competir en el mítico circuito francés.
El 1 final, que hay que explicarlo todo, corresponde a la clase para fabricantes, ahora ocupada tan sólo por Porsche (el último ganador), Nissan y Toyota, algo así como lo más de lo más. Dado que Lucio no ha puesto marcas de petroleras o escuderías en su diseño y la carrocería luce un rojo brillante y retador, imaginamos que su prototipo está pensado como un desarrollo para la calle de un posible modelo de Alfa Romeo que competiría en dicha categoría.
Claro que a nosotros ya no necesita convencernos, que nos ha bastado media mirada para dar como ganador al sueño de Luciano, con esas líneas agresivas y deseables, ese frontal tan agresivo y tan Alfa Romeo, esos laterales integrados con los pasos de rueda, ese alerón dominando la parte trasera. La cúpula negra en forma de gota de agua que domina la parte superior. A nosotros ya nos suena a ganador.
Lo que no ha hecho Luciano tampoco es indicar las prestaciones que tendría el Alfa Romeo LMP1, pero es fácil imaginar que le dotaría, para eso es su sueño, de un motor híbrido de última generación análogo, por ejemplo, al del Porsche 919 recientemente vencedor en las 24 horas, lo que proporcionaría una potencia que estaría alrededor de los 900 Cv, lo que se traduciría en una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de 2,5 segundos y una velocidad máxima que podría llegar a los 340 km/h. No está nada mal para un sueño, ¿verdad, Luciano?
Más información Luciano Maffini