Cine para la primera ola de calor: Júlia ist, I am not a Serial Killer y Cartas de la guerra.
Dos películas para contarnos pequeñas grandes experiencias vitales, Júia Ist y Cartas de la guerra, una a cada lado de un thriller fantástico. ¿Hace un cine?
Por estos espacios de recomendación cinematográfica casi siempre hablamos de grandes aventuras y aventureros, de historias más grandes que la vida -ilusos-, de grandes descubrimientos, todo ello grande adaptado a la pantalla grande. Pero de vez en cuando se nos cuela la vida pequeña, como esas plantas que nace en medio de los ladrillos o de las baldosas en las aceras. Es el caso de Júlia Ist, nuestra primera recomendación de la semana.
Júlia Ist es la primera película como directora de Elena Martín, que también se desdobla como guionista y actriz en esta pequeña aventura de una estudiante española que accede a una beca Erasmus en la ciudad de Berlín. Martín se acerca a una historia que puede parecer pequeña, pero que se hace lo suficientemente grande a fuerza de acercarnos a mirarla. Pura vida en una película tan íntima como efectiva en lo que nos quier contar.
Una pequeña gran aventura vital es la que atisbamos también al mirar la portuguesa Cartas de la Guerra, adaptación de la novela homónima de António Lobo Antunes que toma forma de reflejo de la correspondencia entre el autor y su esposa en el tiempo que pasaba en la guerra de Angola de los años 60. Una bella fotografía en blanco y negro se combina con la voz femenina que lee las cartas para entregarnos una película de esas de guardar en un rincón de fotografías que nos guste mirar y repasar con los dedos de vez en cuando.
También se basa en una novela, en este caso de Dan Wells, la tercera y última de nuestra trilogía de recomendaciones, la irlandesa I Am Not a Serial Killer, aunque no desde luego para parecerse a las dos anteriores en eso de reflejar pequeñas aventuras de la vida. Muy al contrario, nos presenta un thriller con mezcla de géneros, incluido el fantástico que nos llevará a perseguir a un asesino en serie bastante peculiar.
¿Hace un cine?
I am not a serial killer, de Billy O'Brien
I am not a serial killer (No soy un asesino en serie) es una de esas películas que mezcla géneros con el sano y firme propósito de sorprender al espectador con algo novedoso, no con la simple repetición de esquemas ya repetidos hasta la saciedad. Y Billy O’Brien, sin duda nos sorprende con la mezcla de géneros que nos propone. Pues eso, una pequeña sorpresa agradable.
Júlia Ist, de Elena Martín
Puede que a partir de ver Júlia Ist, y siempre que no tengamos algún conocido o familiar en su misma situación, nos cambie la opinión sobre las bondades y el romanticismo de estudiar en el extranjero. Como una velada íntima de conversaciones con una amiga que se fue a estudiar a Erasmus.
Cartas de la guerra, de Ivo Ferreira
Algo tan sencillo como mezclar imagen y palabra se torna bello, evocador y mágico en las manos de Ferreira, quien traslada todo el espíritu de la tristeza y la añoranza de la novela de Antunes a nuestras miradas. Para disfrutar como en un rincón de Lisboa.