Una docena de madres de cine que menos mal que no son la tuya.
Un repaso en forma de docena a las madres menos buenas del cine y la televisión, esas que no tienen mucho que celebrar el primer domingo de mayo.
Dice el refrán que Madre no hay más que una. Y a veces, sobra con esa cantidad. Y es que, aunque todos sabemos que no hay nadie como nuestra querida madre, también es cierto que no todo el mundo tiene la misma suerte. Para no ir señalando con el dedo a vecinos, amigos o familiares, lo mejor es que les echemos un vistazo a unas cuantas madres de cine no demasiado apetecibles como propias para que luego vayamos encandilados a ver a la nuestra para decirla lo agradecidos que estamos de que sea quien es: Mamá.
Nuestro viaje por estas peculiares madres de cine comenzará y terminará, curiosamente, en la televisión, que no sólo en las grandes pantallas han vivido estas poco recomendables matriarcas, de las que Cersei Lannister o Ángela Channing son perfectos ejemplos. Y si no que se lo digan a los cachorros de la ambiciosa y manipuladora reina de Juego de Tronos o al también dicharachero monarca de las camas heredero de la dueña del viñedo más famoso de la historia de la televisión.
Claro que no todas las madres son reinas o mujeres poderosas, hay de todo en el Club Cinematográfico de las Malas Madres. Hay actrices, como la Joan Crawford de Queridísima Mamá o la Debbie Reynolds -figuradamente- de Postales desde el filo, o las que regentan pequeños negocios como un motel que ofrece por un módico precio cama, ducha y un cuchillo clavado. Hay madres religiosas como la de Carrie, o madres que buscan en el triunfo de la hija el sentido de su propia vida, como la de Cisne negro.
Por haber, en la lista hay hasta madres de otros mundos o madres asesinas en serie. Y si nos cansamos de tanta mala madre, siempre podemos volver a echar un vistazo a madres mucho más en sintonía con lo que se espera de ellas. El caso es que, de una manera u otra, no nos olvidemos de quien seguro nunca se olvida de nosotros.
Cersei Lannister, de Juego de Tronos (2011-2017)
Los hijos de Cersei Lannister tienen el futuro asegurado, por muy corto que este resulte. Otra cosa es las tensiones a las que ese futuro les expone. No es fácil ser madre, mujer y ambiciosa en el Juego de Tronos de Poniente, pero si alguien es capaz de aguantar carros y carretas con tal de ganarlo, esa es Cersei. Lo de ser buena madre… eso es otra cosa.
Joan Crawford, de Queridísima mamá (1981)
Uno de los cuatro hijos adoptivos de Joan Crawford, Christina, retrató a la diva del Hollywood dorada como una madre manipuladora y desequilibrada que además mantiene demasiadas conversaciones con el alcohol. Considerada en los 80 como una película fallida hasta decir basta, se ha terminado por convertir en una película de culto. Será por Faye Dunaway…
Suzanne Vale (Carrie Fisher), de Postales desde el filo (1990)
Otra de hijas hablando de madres actrices, en este caso Carrie Fisher contando la relación con su madre Debbie Reynolds, aunque en la película se utilicen nombres ficticios. Hollywood estaría plagado de estrellas como el cielo, pero visto lo visto, detrás de muchas puertas lo que había eran pequeños infiernos.
Alien, de Alien. el regreso (1986)
En realidad, no se puede decir que Mamá Alien sea una mala madre. Tan sólo se la puede acusar de proteger a sus retoños, cosa que es muy de admirar. Pero seamos sinceros: los niños le han salido un poco agresivos y ella no es la más popular en las reuniones de padres de alumnos, todo hay que decirlo.
Mrs. Robinson, de El graduado (1967)
Competir con tu propia hija seduciendo al joven pretendiente no es la definición de madre ideal, ni interferir en su futuro impidiendo que ese amor siga adelante. Otra cosa es que en algún momento todos hayamos soñado con nuestra Mrs. Robinson particular. pero madre, madre… no era de las mejores.
Mrs. Bates, de Psicosis (1960)
Podría discutirse si el hecho de que Norman haciendo de su madre sea el asesino exculpa a esta de ser la mala de la película, pero viendo al niño, de alguien le ha tenido que venir ciertas inclinaciones. Por si se tienen dudas sobre el asunto, se recomienda revisar la precuela de la obra maestra de Hitchcock, en forma de serial televisivo, la estupenda Bates Motel.
Margaret White, de Carrie (1976)
Que tu madre sea una fanática religiosa no ayuda para controlar tus poderes telequinéticos ni para mejorar tus relaciones con la típica fauna de los institutos americanos de las películas. Si además eres un personaje creado por Stephen King, asúmelo, tus días de la madre y fiestas en general nunca serán como las de los demás.
Mary, de Precious (2009)
La película va de la hija, pero es de la madre de quién terminas acordándote, y no a base precisamente de sus buenas prácticas. Al menos Cersei Lannister parece querer de verdad a sus retoños. Una dura historia acerca de una adolescente de un barrio de los duros.
Violet Weston, de Agosto (2013)
Adaptación de una obra teatral ganadora de un Tony que a su vez adaptaba una novela ganadora de un Pulitzer. Secretos y mentiras girando alrededor de una madre interpretada por la siempre excelsa Meryl Streep, que nos hace dar las gracias de que no sea la nuestra la familia que se sienta a esa mesa.
Beverly Sutphin, de Los asesinatos de mamá (1994)
Una madre tiene que sacrificarse por su familia, eso está medianamente claro. Lo que no tenemos tan seguro es que en esos sacrificios se incluyan los humanos, es decir, el asesinato. Y no porque no lo haga con toda su intención, la mujer, es que desde la cárcel no se puede ser buena madre. Comedia de humor negro que esconde una de las mejores interpretaciones de la Turner.
Erica Sayers, de Cisne negro (2010)
En demasiadas ocasiones, la exigencia de la perfección a los hijos no es si no el reflejo de nuestro propio fracaso. Una de esas madres que son una mezcla de el Sargento de Hierro y el ama de llaves de Rebeca. Cuando te toca una así, más te vale no llevarle un 9,5 en el examen de matemáticas.
Angela Channing, de Falcon Crest (1981-1990)
Más mala que un dolor era la Channing, a pesar de su apariencia de dulce anciana que va a sacar el té con pastas de los mayores y los caramelos de los niños. Y por ser, es más madre que todas las demás, que al fin al cabo, abuela es ni más ni menos que ser dos veces madre. Que se lo digan a Lorenzo Lamas.
