La semana de los Goya: Los actores.
Una docena de actores, desde el veterano Elejalde al debutante Raúl Jiménez, en busca de una de las tres estatuillas que premian las mejores interpretaciones masculinas del 2016.
El próximo 4 de febrero se celebrará la gala de la 31 Edición de los Premios Goya concedidos por la Academia de Cine. Si atendemos al número de nominaciones repartidas entre los aspirantes, un dato que no siempre coincide con el posterior triunfo, la cosa está bastante repartida entre un trío compuesto por Un monstruo viene a verme, la película de J.A. Bayona que acumula 12 nominaciones; el debut de Raúl Arévalo en la dirección, Tarde para la ira, con 11 nominaciones; y la apuesta por el thriller político del ya ganador del Goya, Alberto Rodríguez, El hombre de las mil caras. Tres estilos tan diferentes entre sí como atractivos para el público que por fin tiene en el cine español géneros donde elegir más allá de la comedia más o menos facilona y/o costumbrista, y la denuncia política o social. Todo un avance. Tras el grupo de cabeza formado por estos títulos, se coloca la histórica 1898. Los últimos de Filipinas, de Salvador Calvo, con 9 nominaciones; Almodóvar con su Julieta y 7 nominaciones y el thriller pociliaco de Rodrigo Sorogoyen Que Dios nos perdone, con 5.
En cuanto a la docena de actores nominados en las tres categorías que se premian (principal, de reparto y revelación) debemos señalar que ni más ni menos que cuatro de ellos aparecen en Tarde para la ira, dos como principales, Luis Callejo y Antonio de la Torre; Manolo Solo como actor de reparto, y Raúl Jiménez como actor revelación. Todo un logro, desde luego. En el otro extremo de la balanza, no aparece entre los nominados ningún actor del elenco de la otra gran favorita, Un monstruo viene a verme, pero sí dos en El hombre de las mil caras, Alberto Rodríguez y Eduard Fernández, y otra pareja, Roberto Álamo y Javier Pereira, en Que Dios nos perdone. El resto de los nominados se reparten entre otros títulos, algunos como única nominación de la película que representan.
La suerte está echada y el telón próximo a ser abierto para descubrir quienes podrán llevar en sus curriculum la preciada estatuilla. Hagan sus apuestas.
Eduard Fernández por El hombre de las mil caras, mejor actor principal.
Eduard Fernández consigue con su interpretación del polifacético (y nunca mejor dicho) Paesa llegar a la decena de nominaciones en los Goya, de los cuales ya ganó dos, uno como mejor actor principal por Fausto 5.0, y un segundo como mejor actor de reparto por En la ciudad. Un gran trabajo.
Karra Elejalde, por 100 metros, mejor actor de reparto.
No hay dos sin tres es lo que puede estar pensando el veterano Karra Elejalde, que ha visto como sus dos anteriores nominaciones a los Goya han terminado en premio, en 2011 con También la lluvia, y en la más reciente 8 apellidos vascos. Visto lo visto, parece una apuesta firme…
Ricardo Gómez, por 1989. Los últimos de Filipinas, mejor actor revelación.
Conseguir la única nominación por el trabajo de interpretación en una película que cuenta con Eduard Fernández, Javier Gutiérrez o Luis Tosar suena como todo un premio para este madrileño más conocido hasta ahora por su pertenencia a la familia Alcántara de la serie Cuéntame.
Roberto Álamo, por Que Dios nos perdone, mejor actor principal
Su interpretación en Que Dios nos perdone supone la segunda nominación a los Goya para Roberto Álamo. que consiguió acertar en la primera y llevarse el premio en 2014 por La gran familia española. Veremos si consigue seguir en tan buena racha, aunque no parte como uno de los favoritos.
Javier Gutiérrez, por El Olivo, mejor actor de reparto
Segunda nominación para Javier Gutiérrez, que en su anterior intento consiguió el Goya como mejor actor principal por La Isla Mínima. No parte como favorito, pero tampoco sería una gran sorpresa que consiguiera el premio.
Rodrigo de la Serna, por 100 años de perdón, mejor actor revelación
Si en Los últimos de Filipinas un veterano como Tosar da la alternativa a Ricardo Gómez, en 100 años de perdón el elegido es Rodrigo de la Serna. El caso es repartir talento, algo que a Tosar le sobra, aunque este año no este entre el grupo de elegidos.
Antonio de la Torre, por Tarde para la ira, mejor actor principal.
Antonio de la Torre ganó su primer Goya en la primera nominación que obtuvo, hace una década como mejor actor de reparto por Azuloscurocasinegro. Desde entonces la suerte no le ha acompañado, a pesar de ser un habitual en las nominaciones. acumulando hasta 8 más, incluyendo ésta. Y eso que hasta en dos años consecutivos, 2013 y 2014, acudió con dos nominaciones a las galas. Quién sabe, este puede ser su año.
Javier Pereira, por Que Dios nos perdone, mejor actor de reparto.
Al igual que su rival y homónimo Javier Gutiérrez, segunda nominación para Pereira, que también consiguió en su anterior y única nominación por Stockholm alzarse con el premio. Una apuesta más segura sería elegir el nombre de Javier para el ganador….
Carlos Santos por El hombre de las mil caras, mejor actor revelación.
El murciano Carlos Santos consigue su nominación a los Goya por encarnar a una de las figuras más controvertidas del panorama sociopolítico español de la democracia, el director de la Guardia Civil, Luis Roldán, todo un personaje y, por lo tanto, todo un reto para cualquier actor.
Luis Callejo, por Tarde para la ira, mejor actor principal.
Segunda nominación para Luis Callejo, que ha tenido que esperar 11 años desde que consiguiera la primera como mejor actor revelación en Princesas, en 2006. Su mayor rival para hacerse con el premio es, cosas de la vida, su compañero de rodaje, Antonio de la Torre.
Manolo Solo, por Tarde para la ira, mejor actor de reparto.
Como para dos de sus tres rivales por el Goya, Manolo Solo también acude a su segunda ceremonia como nominado, pero a diferencia de los Javieres, y también de Karra Elejalde, es el único que todavía no tiene la cabeza del pintor adornado la casa. Puede que deba ir haciendo sitio.
Raúl Jiménez, por Tarde para la ira, mejor actor revelación.
Raúl Jiménez cierra el póker de aspirantes a los Goya que presenta la excelente Tarde para la ira de Raúl Arévalo. A la vista está que uno de sus fuertes, sin duda alguna por el origen de su director, está en el trabajo de sus actores.
