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El trío de Milwaukee Dead Horses acaba de lanzar su tercer álbum. Vídeo, letra e información.

El disco, producido por Ken Coomer, es una buena mezcla de Americana, country y música tradicional.

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¿Alguna vez te has preguntado adónde van los caballos muertos? Pues lo más probable es que su espíritu libre, su mirada inquisidora y su dignidad permanente queden suspendidos en el aire hasta se encuentren con alguien que reúna los méritos suficientes como para alojarse en esa persona, contagiar su fuerza y continuar su estirpe. Y así un día, la cantante y compositora Sarah Vola fue envuelta por el viento que mueve las crines y de ahí surgió esta banda, Dead Horses.

Procedentes de la pequeña ciudad de Oshkosh, en el norteño estado de Wisconsin, aunque actualmente residentes en Milwaukee, el trío formado por la cantante y guitarrista Sarah Vos, el guitarrista Peter Raboin y el contrabajista Daniel Wolff, ambos también haciendo coros, ha atravesado los Grandes Lagos para convertirse en una de esas afortunadas bandas que pueden ir de gira por todo el país. Desde que echaron a andar en 2010, Dead Horses ha venido cultivando una especial sensibilidad para la música de raíces, al margen del tiempo que pudieran llevar juntos y la influencia que la experiencia pudiera ejercer sobre su sonido, en parte gracias a la fuerza y el talento musical y literario de su líder y compositora Sarah Vos.

La historia de esta mujer está mucho más cerca de ser la cualquier viejo bluesman del Delta del Mississippi que la de una cantante folk de Wisconsin. Sarah se crio escuchando los bíblicos himnos que entonaba su padre, un predicador que oficiaba cada día. Tal vez de ahí provengan el calor, la inspiración espiritual o las reflexiones que rezuma el góspel de Vos. A pesar de la juventud de sus componentes, la música de Dead Horses, reforzado por el buen hacer de Raboin y de Woff, suena atemporal y situada en algún profundo lugar entre el folk más moderno y los modos más clásicos.

Tras el lanzamiento de su segundo álbum, “Space And Time”, publicado en 2014, Dead Horses no ha parado de viajar por todos los rincones de Estados Unidos, tocando en salones de baile, graneros y festivales, incluyendo algunos tan prestigiosos como el Bristol Rhythm And Roots, el Americana Music Festival, el Winter WonderGrass o el Red Ants Pants, y han compartido escenario con grupos del calibre de Trampled By Turtles, Mandolin Orange o Elephant Revival.

El nuevo álbum, “Cartoon Moon”, se grabó en Nashville, en Cartoon Moon Studios, de ahí el nombre, con Ken Coomer ejerciendo las funciones de productor y de ingeniero de sonido. Ken, que vio a Dead Horses en uno de esos festivales y que les invitó a grabar su tercer álbum en su estudio, es un músico y productor discográfico estadounidense conocido principalmente por ser el último batería de la seminal banda de country alternativo Uncle Tupelo y también el que tocaba los tambores en el grupo de rock alternativo Wilco hasta 2001, justo cuando sacaron su famoso disco “Yankee Hotel Foxtrot”.  La masterización corrió a cargo de Eric Conn.

El LP es pura delicia y muestra una extraordinaria nitidez de matices y sonidos. Sarah es una excepcional cantante que transmite una inusitada emoción y que muestra un sinfín de registros.  El grupo tiene una solidez esponjosa y rotunda y hace de sus canciones algo cálido y adorable. La música de Dead Horses es una ráfaga de aire fresco que galopa libre por las emociones. Sin ataduras, sin horizonte, con el ancestral retumbar de sus pisadas por viejos territorios ya conocidos y por nuevos senderos aún por transitar.

Un buen ejemplo de lo que es capaz Dead Horses es la canción “Long Way Down”, con un impresionante órgano de iglesia marcando la dirección, con una guitarra resplandeciente y una voz que arrastra todo sentimiento, profundo y eterno. Una canción que habla de cómo los sentimientos propios nos aíslan de la vida de los demás, de los que nos rodean. El videoclip lo ha dirigido Louie Fisher, quien ha intentado captar esa soledad y esa difícil lucha interna. Bien bonito que le ha quedado, pero es que la canción es simplemente tremenda. Irresistible.

 

Strangers swimming on the street
I hear you callin’ out to me
So suddenly, so suddenly

And it’s a long, long way down

Honey, I can’t rescue you
I don’t know the things to do
And I don’t think you want me to

Pleasure filled delirium
Moon and stars and earth and sun
Moon and stars and earth and sun

Oh, the more I know, the more I don’t
They found you hangin’ from a rope
Please say hello to my good old folks.

The Music

Buenas canciones que te sacudan la monotonía. Algunas ya las habrás oído, otras serán nuevas. Ójala que con todas toquemos tu corazón.

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