El hombre de las mil caras, El porvenir y Captain Fantastic.
Tres maneras de afrontar la vida en las pantallas de este fin de semana: el ex-espía Paesa metido a intrigante delincuente, una profesora de y con filosofía ante los problemas, y Viggo Mortensen en plan hippie antisistema.
Comparada con otras cinematografías, en especial con la estadounidense, pero también con la francesa o la italiana, la española suele adolecer de cierta ceguera hacía el panorama sociopolítico en cuanto a reflejar los episodios y protagonistas reales del por otra parte apasionante (y desesperante a veces) día a día. El hombre de las mil caras viene a suplir en forma de interesante thriller esa carencia trayéndonos la historia de Francisco Paesa, ese ex-agente secreto que protagonizó innumerables portadas de la prensa nacional a cuento de sus «hazañas», en parte asociadas al nombre de Luis Roldán. Bastante distinta, en fondo y forma es El porvenir, la quinta película de la anteriormente crítica de cine Mia Hansen-Løve, donde la protagonista, una profesora de filosofía, afronta de manera «creativa» los azares que la vida le presenta. Cine sutil y sentimental, que no sentimentaloide. De creativa también se puede tachar la vida de los protagonistas de Captain Fantastic, con Viggo Mortensen como cabeza de familia de media docena de hijos que viven junto a él en el bosque, alejados de la sociedad y en pretendida armonía con la naturaleza, y que se ven obligados a enfrentarse al mundo y al resto de su familia al morir su madre ingresada en un psiquiátrico. La familia antisistema unida, y esas cosas.
El hombre de las mil caras, de Alberto Rodríguez
Francisco Paesa, Luis Roldán, los GAL, ETA… cuantas veces hemos pensado, al oír las noticias e historias relacionadas con estos nombres y sus aledaños, que en Hollywood hubieran hecho una docena de películas con ellos. Una docena no, pero una buena película se ha montado el director de la exitosa La Isla Mínima, Alberto Rodríguez, tapando de manera más que honorable un hueco en los géneros de nuestro cine. Huele a Goya… también para los impecables Coronado y Fernández.
El porvenir, de Mia Hansen-Løve
Nathalie es una parisina que ejerce como profesora de filosofía. Y filosofía es lo que va a tener que usar de manera práctica para afrontar los reveses que le va presentando la vida, comenzando con la noticia de que su marido la deja por otra mujer. Una excelente reflexión sobre lo que significa ser feliz, una de esas películas que nos dicen cosas que debemos oir y que nos las dicen de una manera muy especial.
Captain Fantastic, de Matt Ross
O tontos, o borregos, o interesados o cosas peores le parecemos al bueno de Ben (Viggo Mortensen) aquellos que vivimos en la sociedad que él y sus seis hijos tienen tan alejada de su realidad diaria en el bosque, viviendo en armonía con la naturaleza. Toda esa ideología se va a poner a prueba cuando la familia deba confrontarla con el resto del mundo al morir la madre que estaba ingresada en un hospital psiquiátrico. Risas y lágrimas a cuenta de la confrontación entre dos maneras de ver la vida. Tan entrañable como interesante. Ah, y no les tengas en cuenta lo que deben pensar de nosotros…
