Escuadrón Suicida, Mascotas y Regreso a Casa.
Superhéroes, animación y un gran director. Toca asegurar, que estamos en agosto. ¿Hace un cine?
En un verano no especialmente atractivo para esto de ir al cine a pasar un buen rato, sin grandes estrenos de esos que recordaremos -o al menos eso parece- esta semana recibimos tres títulos de esos de buena nota. Un menú para que podamos, al menos, llevarnos algo decente a los ojos. De primero, la esperada Escuadrón Suicida, la otra cara de la moneda de la respuesta de DC al empuje de Marvel en esto de los tipos con capa y superpoderes. Algo así como Los Doce del Patíbulo pero con aspecto punki y bastante más capacidad de destrucción. De segundo, Mascotas, una de animación con los mejores amigos del hombre como protagonistas, de parte de los mismos creadores de los populares Minions, lo que parece una garantía. Y de postre, la nueva película del director chino Zhang Yimou, Regreso a casa, una mirada intimista a la historia de su país, no exenta de cierta crítica social, y como siempre dotada de su bello estilo visual. Buen provecho…
Escuadrón Suicida, de David Ayer
Si no existiera la película de los 60, se podría llamar perfectamente Los 7 del Patíbulo y no parecería una copia. DC apuesta por hacer algo completamente distinto que Marvel en esta película de superhéroes hecha para la gente que no le gustan las películas de superhéroes, al menos las «normales», si es que hay algo normal en que unos tipos tengan los poderes que tienen estos. Dicho, de otro modo, los Mr. Hyde de los Vengadores… con pintas de punkies.
Mascotas, de Chris Renaud y Yarrow Cheney
En la variedad está el gusto, dicen. Así que debemos recibir con agrado la llegada de un competidor más a esto de las películas de animación: los chicos de Illumination Entertainment, responsables de las aventuras de los Minions. Divertidas y refrescantes aventuras de los más animales de la casa. Literalmente.
Regreso a Casa, de Zhang Yimou
Zhang Yimou profundiza en el alma de su país en esta intimista narración sobre el reencuentro de un preso político con su mujer después de sufrir las consecuencias de la Revolución Cultural China. Belleza de imágenes y sensibilidad a las que nos tiene acostumbrados el director chino, culpable de que ya nadie te mire como un bicho raro cuando les cuentas que vas a ver una película de chinos.