La Juventud. Sorrentino y el divino tesoro.

Fred Bellinger (Michael Caine) y Mick Boyle (Harvey Keitel) son dos octogenarios que pasan unos días de descanso en un lujoso hotel de los Alpes. Sin poder hacer poco más que eso, hablan y reflexionan sobre su vida, sus trabajos y relaciones, sus recuerdos. Fred es director de orquesta y compositor, Mick director de cine. El primero se piensa una oferta del Palacio de Buckingham para coger la batuta de nuevo en un acto de la monarquía británica, el segundo intenta terminar su último proyecto. Y en su vejez, hablan de la juventud.

Sorrentino nos invita a un gran hotel, con vistas a los Alpes Suizos, como en su día nos invitó a Roma con La Gran Belleza. Y allí nos coloca en la mesa de Keitel y Caine, en su terraza, en sus paseos. Y vemos ambos paisajes, el de sus rostros, marcado por todas sus juventudes, y el de los Alpes, majestuoso, bello, increíble, antiguo como el mundo. Y oímos la conversación entre ellos y con el resto, y estamos callados y aprendemos, o nos sorprendemos, o sonreímos. Todo muy bello, muy tranquilo, muy Sorrentino, para lo bueno y para lo malo. Es como leer de nuevo La Montaña Mágica. Hay algo, pero es posible que no lo veamos, o que nos lo pasemos y nos aburramos como ostras.

Si vistes La Gran Belleza y te parece una buena película o te emocionaste, repite con La Juventud. Si no te gustó… avisado quedas.

Título original: Youth – La giovinezza
Año: 2015
Duración: 118 min.
País: Italia
Director: Paolo Sorrentino
Guión: Paolo Sorrentino
Música: David Lang
Fotografía: Luca Bigazzi
Reparto: Michael Caine, Harvey Keitel, Rachel Weisz, Paul Dano, Jane Fonda, Tom Lipinski, Poppy Corby-Tuech, Madalina Diana Ghenea, Emilia Jones, Mark Kozelek, Rebecca Calder, Anabel Kutay, Ian Keir Attard, Roly Serrano