Cinco miradas alternativas a la música clásica. Vídeo, letra e información.
La música es también la historia de tipos excepcionales que sólo podían componer cosas excepcionales, de sus historias de amor, de felicidad, de locura o depresión.
Todos sabemos que la música clásica es uno de los más antiguos géneros de la música, que cuenta fantásticas historias de cada compositor detrás de cada nota. La música es, está, suena, pero también es la historia de tipos excepcionales que sólo podían componer cosas excepcionales, cosas que sin duda nos hablan de sus historias de amor, de felicidad, de locura o depresión. Qué belleza!. Un Beethoven realmente jodido compuso su séptima sinfonía en 1811, años después de que en su conocido Testamento de Heiligenstadt confesase su preocupación por su creciente sordera, algo que no podía ni concebir ni soportar. Schubert murió con 31 años, arruinado, por supuesto también jodido, enfermo e hipersensible a las ofensas, reales o imaginarias. Liszt, el gran maestro húngaro, pasó de niño prodigio a showman y mujeriego, para terminar metido a monje. Rachmaninov sufrió una honda depresión a raíz del rotundo fracaso cosechado en San Petesburgo con el estreno de su Primera Sinfonía. Se puso en manos de un reputado psicoterapeuta para superar su débil y lamentable estado existencial que, según dicen, bien podría haberse enderezado si hubiera salido del armario a tiempo. Otro niño prodigio, Chopin, menudo, frágil, amanerado, incapaz de demostrar carácter alguno… pero al piano era… Así que si diversos institutos e instituciones académicas sostienes que la música es, proporciona, reduce, estimula, relaja o ayuda, bien. Y que sirve para aprender idiomas, también bien. No le prestes atención, eso es precisamente lo que hace de la música clásica una materia para aburridos o snob. Mira a los ojos, lee lo escrito, deduce y déjate llevar, hay mucho por desvelar, por descubrir. De ellos y de ti.
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Séptima Sinfonía, Allegretto. Ludwig van Beethoven.
Sus nueve sinfonías habitan en el Olimpo de la historia de la música occidental. Fermín Guisado Algunos críticos han representado a Beethoven como un hombre del romanticismo, gracias a su carácter hosco y su ensimismamiento, así como a sus famosos arranques de temperamento causados por su sordera. Conforme avanzaba su enfermedad, el genio de Bonn fue encerrándose en su propio mundo, convirtiéndose en un ser que evitaba relacionarse, solitario, huraño, que sólo encontraba la paz dando largos paseos por los bosques de Viena, tal como harían muchos de los grandes artistas románticos. Tanta era la injusticia que sentía que en el Testamento de Heiligenstadt, una carta dirigida -pero nunca enviada- a dos de sus hermanos, desesperadamente expresaba lo insoportable que le resulta la idea de volverse completamente sordo, planteándose incluso el suicidio... más información → - 25
La muerte y la doncella, 1er movimiento. Franz Schubert.
Debilitado y enfermo de sífilis, el compositor reflejó su experiencia en el título y el tratamiento de la obra. Fermín Guisado A partir del siglo XIII y especialmente a raíz las grandes epidemias de Peste Negra del XIV, la muerte se convirtió en un tema iconográfico recurrente en todas las manifestaciones artísticas. Adaptado a múltiples contextos, tanto la muerte como lo macabro llegaron a convertir en manifestaciones de moda, éxito que se ha perpetuado hasta hoy día. El gusto por lo macabro recrea a la muerte como un fenómeno universal y nivelador, que puede sobrevenir de forma brusca e inesperada a personas de cualquier edad y condición cortando con su guadaña todos los privilegios de jerarquía y de fortuna... más información → - 35
Sueño de amor nº3. Franz Liszt.
Con el permiso de Chopin, Liszt es calificado como el mejor pianista de su tiempo. Fermín Guisado En realidad, Liszt no se llamaba Franz, sino Ferenc, pues era húngaro, aunque europeizó su nombre de pilamporque normalmente hablaba en francés y había sido educado en alemán. Situaciones contradictorias como esta y algo más comprometidas se sucedieron en la vida del compositor, al que, sin embargo, durante años sólo se consideró como un virtuoso. Franz Liszt fue durante un tiempo masón, pero después se hizo abate, un eclesiástico de órdenes menores... más información → - 45
Vocalise. Sergei Rachmaninov.
A lo largo de su vida el extraordinario pianista compuso un buen número de canciones. Fermín Guisado Es conocido que Rachmaninov sufrió una honda depresión a raíz del rotundo fracaso cosechado en San Petesburgo con el estreno de su Primera Sinfonía. También sabemos que para curarse y recuperar la confianza en sus capacidades creativas, en 1899 se puso en manos del doctor Nikolai Dahl, un famoso psicoterapeuta que lo convenció de que la única forma de superar su débil y lamentable estado existencial era componer inmediatamente otra obra. La terapia de Dahl debió funcionar porque poco después el músico ruso compondría el dueto de amor de su ópera Francesca de Rimini, el himno Panteley el curandero y los dos primeros movimientos de su Segundo concierto para piano... más información → - 55
Concierto para piano nº 1. Frederic Chopin.
Fue compuesto poco antes de que el compositor iniciara una gira de la que no regresaría jamás. Fermín Guisado Una de las resoluciones del Congreso de Viena que puso fin a las Guerras Napoleónicas fue que Polonia pasase a depender de uno de los ganadores de la contienda, la Rusia zarista. Aunque los rusos dotaron a Polonia de una constitución propia que le otorgaba cierta independencia, en 1830 -año de revoluciones en Europa- se produjo la Insurrección de Noviembre, una revolución independentista que fue sofocada al año siguiente. En el momento de la insurrección Chopin, que se encontraba ejecutando en Varsovia una serie de conciertos de gran repercusión mediática, saldría de su patria para no regresar jamás... más información →