Ese sencillo, práctico e hipnótico watchwinder de Bernard Favre. “Planet” Watch Winding System
Una pieza entre el arte y la técnica, de una sencilla y funcional belleza para mantener en marcha tus relojes favoritos.
Puede que no sea el más completo ni el más lujoso, que no esté desarrollado con tecnología de la NASA y que no reproduzca, a pesar de su nombre, el movimiento de los astros de nuestro Sistema Solar, pero nos hipnotiza la belleza de su sencillez y de su mecanismo. Y no deja de ser un práctico objeto de deseo no demasiado inasequible.
Con o sin reloj el watchwinder Planet de Bernard Favre es una escultura hipnótica y una preciosa forma de evitar que tu reloj se pare mientras no lo usas manteniendo así el estado de la maquinaria en perfectas condiciones, de que los aceites de los engranajes se depositen en un solo lado y ahorrando tener que volver a ponerlo en hora y el consiguiente desgaste de los ejes y la corona, esto que hacen todos los watchwinder. Y si eres de los que considera que los watchwinders producen un desgaste mayor del necesario por el continuo funcionamiento de su maquinaria, de sus complicaciones, tienes que reconocer que hasta el más sencillo es en sí una fantástica pieza para mostrar y conservar ese reloj de tu colección más espectacular y este está entre esos que lo son en apariencia.
Tras Bernard Favre está Bernard Favre, por supuesto, el talento de un inventor y creador suizo de accesorios de relojería que durante casi 20 años ha colaborado con Piaget, Chopard o Hublot… un magnífico historial que avala sus creaciones con la herencia de la cultura relojera de su tierra natal. Será por eso, y a pesar de lo que pueda parecer, que estos Planet Classic no son especialmente sencillos, incorporan hasta nueve programas diferentes que se adaptan a todo tipo de relojes de pulsera y una batería que lo mantiene activo 120 días, cuatro meses, que se puede recargar con su puerto usb incluso con tu móvil.
Disponible en tres acabados diferentes que deberían satisfacer los gustos de cualquiera, los tres sobre la misma base neutra en aluminio satinado en negro: Black, Silver y Gold. El coste de esta joya es de 1.290 francos suizos, al cambio 1.195 euros o 1.282 dólares, y sus medidas sin la campana protectora, -sin la que, la verdad, pierde mucho- son de 15 cm de alto y 12,4cm de diámetro, perfecto para tenerlo cómodamente a la vista en tu escritorio o sobre la cómoda en la que repartes tus relojes preferidos, en un estante de la oficina o en el salón de casa para regocijo personal ante las visitas por tus más preciadas piezas de relojería. Y para quedarse hipnotizado viendo los anillos y tu reloj como el centro de un pequeño sistema planetario. La belleza de la sencillez, la funcionalidad de un buen watchwinder.