El loro floral de Cartier.

El bestiario de Cartier está muy presente en los relojes más creativos de la casa francesa,  pero lo que es inédito es recrear el animal con marquetería floral. Ballon Bleu motivo loro es la prueba de que nada es imposible.

En Cartier la imaginación y la fantasía aflora continuamente y los retos se suceden uno tras otro. Le gusta reinventarse y experimentar con oficios que le son ajenos. Este año se ha puesto a prueba con la marquetería floral en el Ballon Bleu Motivo Loro. Su intención es “celebrar la belleza efímera de las flores y domesticarla para toda la eternidad”.

Pero hasta lograrlo se sucedieron diferentes operaciones que los artesanos  realizaron con paciencia y mucho cuidado durante decenas de horas. Todo comenzó con la recogida de  las flores,  después se colorearon  sus pétalos en azul, amarillo anaranjado y verde y se cortaron con una sierra de marquetería antes de fijarlos a una fina placa de madera. Con esta materia prima tan frágil y sensual, el plumaje cobraba poco a poco vida. El pico se dibujó con ónice y el loro nos observa con atención con la luminosa esmeralda que es su ojo. Para completar la imagen, la textura del plumaje de la cara se creó con pintura en miniatura.

El esmero en la concepción y ejecución de la esfera justifica distinguir al Ballon Bleu de Cartier Motivo Loro en Marquetería Floral con el sello de la exclusividad. Tan sólo 20 relojes nacen con las credenciales de la intrépida experimentación. Se ha rendido tributo al detalle estético de la esfera, pero la jaula  en la que habita el colorista loro atesora también la excelencia. La icónica caja de la colección Ballon Bleu se reconoce a primera vista con su corona constelada, siempre con su cabujón de zafiro azul. Tapizada con 124 diamantes de 1,80 quilates es más elegante, más refinada todavía. En su interior  el tiempo nace de la magia de un movimiento mecánico de carga automática manufacturado por Cartier.