Blue Ruin.

Dwight es un treintañero sin hogar que vagabundea y que vive de lo que encuentra en los contenedores de basura y de recoger botellas en la playa. Su única pertenencia es un destartalado coche en el que duerme, un Pontiac de color azul. Su rutina se altera al recibir una noticia inesperada, que le transformará en alguien dispuesto a volver a la ciudad y el hogar de su infancia para culminar una venganza tan extraña como aparentemente imposible para alguien como él.

La venganza está pegada al ser humano. A pesar de nuestras civilizadas vidas, a nadie le extraña su existencia, por mucho que en ocasiones nos escandalice. Existe en las competiciones deportivas, en las relaciones personales y sociales, y por supuesto, en las internacionales. Y como resultado, está presente en todas las formas artísticas desde que el hombre es hombre, esto es, desde que el hombre se venga. El cine, claro, no es una excepción. Y Blue Ruin es su más reciente exponente, y con toda seguridad, no el último. Dirigida por Jeremy Saulnier y protagonizada por Macon Blair, Blue Ruin nos presenta un thriller basado en la venganza de Dwight, un vagabundo al que sólo el ansía de venganza saca de su rutina de vagabundo. Un personaje extraño, alejado del arquetipo de justiciero que solemos ver en este tipo de argumentos. Y una venganza extraña, de la que no sabemos nada en un principio, y que se nos va desvelando a lo largo de la trama.

Blue Ruin es una película de cine independiente, modesta pero interesante, un poco destartalada y al límite, como esa ruina azul, ese Pontiac auténtico protagonista junto a su dueño de la historia. Una apuesta por el thriller que a buen seguro nos hará disfrutar de nuestra visita al cine.

Título original: Blue Ruin (Blueruin)
Año: 2013
Duración: 92 min.
País: Estados Unidos
Director: Jeremy Saulnier
Guión: Jeremy Saulnier
Música: Brooke Blair, Will Blair
Fotografía: Jeremy Saulnier
Reparto: Macon Blair, Eve Plumb, Devin Ratray, Amy Hargreaves, David W. Thompson, Bonnie Johnson, Stacy Rock, Kevin Kolack