Una oda a la Naturaleza en la muñeca.

Los relojes agrupados bajo el nombre de ‘Métiers d’Art’ son los más exclusivos y elaborados de la manufactura Vacheron Constantin. Ahora la familia crece con tres nuevos modelos, los que conforman la línea ‘L’Eloge de la Nature’, toda una oda y un homenaje a la Naturaleza en la que la belleza artesana hace un trabajo sublime.

Y no es trata de un trabajo resultado de un único artesano que ha pasado cientos de horas en su mesa trabajando meticulosamente, sino el de muchos. Y es que cada una de las partes ha sido elaborada por manos expertas, tanto el engastado como el grabado, el guilloché o el esmaltado. Se han conseguido mediante técnicas como el lacado y la línea cloisonné, y se han decorado con marquetería, lo que convierte a cada una de las piezas en toda una obra de arte. Este tipo de intervención es bastante complejo, ya que requiere que el artesano posea una profunda destreza al tener que replicar veinte veces el dibujo, recortando los contornos individualmente en otras tantas maderas.

Caballos, gacelas y grullas son los animales que decoran las esferas. Debajo, un movimiento automático dotado de una masa oscilante de oro de 22 quilates, embellecido con un estampado geométrico inspirado en la cruz de Malta, el símbolo de la casa helvética, con el Sello de Ginebra. Este se compone de 237 piezas, visible a través del cristal de zafiro transparente. Con un calibre 2460, la hora se lee sin necesidad de agujas, a través de cuatro ventanas que revelan las horas, los minutos, el día de la semana y la fecha.

Con el objetivo logrado de conseguir unos dibujos realistas, que muestren a los animales en su hábitat, como si estuvieran en movimiento, las piezas son auténticas obras de arte para coleccionistas. Su precio no ha sido facilitado, pero su valor es incalculable.