RADO HyperChrome Touch Dual Timer, esperar lo inesperado.

“Espere lo inesperado” nos decían desde RADO y esperábamos lo sorprendente de un gran complicación, de un mecanismo fuera de lo común e incluso lejos de la habitual elegancia de la marca. Esperábamos los sorprendente y así fue, que lo sorprendente era lo que no esperábamos.

Tras las líneas puras y sencillas de un RADO HyperChrome Dual Timer con una caja de 42’0x48’3×10’2 el mecanismo de cuarzo con 10 gemas y cuatro agujas (para mostrar un cambio de uso horario) escondía mucho más que esa belleza de la elegancia más refinada: la sofisticación. Su caja, de la ya famosa e innovadora cerámica pulida mono-bloque de la relojera, no mostraba ni corona ni botón alguno para el ajuste horario. Y no las tiene, no hay que buscarlas escondidas o integradas en la caja (como hicimos nosotros). El RADO HyperChrome Touch Dual Timer integra en su caja zonas táctiles para activar y ajustar la hora y los minutos.

Tan sólo con tocar la caja a la altura de las 10 en punto y deslizar el dedo por su parte derecha se activa el mecanismo para ajustar el huso horario, luego sólo habrá que deslizar el dedo por el lado izquierdo de la caja, hacia arriba una hora más, hacia abajo una hora menos. Igual con los minutos pero en el lado derecho. Los minutos se ajustan además con los del segundo huso horario y para cambiar éste tan solo hay que activarlo del mismo modo pero poniendo el dedo a las 8 en vez de a las 10. Y una vez ajustado, desactivarlo poniendo los dedos dos segundos a las 8 y a las 10 al mismo tiempo. Y ¿qué pasa si presiono la caja a la altura de las 9 y las 3 al mismo tiempo? Pues que se intercambian los husos horarios que tengas establecidos, de la esfera menos a la principal y al revés.

Y así nos encontramos con lo inesperado, nada de botones, nada de corona, nada excepto su tecnología Touch que permite ajustar de una forma absolutamente sencilla nuestro reloj gracias a la que el RADO HyperChrome Touch Dual Timer luce ese aspecto de líneas puras y definidas con dos husos horarios, de elegancia y sencillez que tanto nos gusta de RADO. Perfecto.