Violette.
Una relación que duró toda la vida y que ahora merece ser recordada
A veces conviene recordar. Y conviene hacerlo teniendo en cuenta desde donde, o cuando, se recuerda. Es bueno saber donde estamos y bueno saber de donde venimos. Es bueno saber quien vivió de una manera para que nosotros vivamos como lo hacemos. Es bueno recordar a gente que se golpeó contra puertas para que nosotros las encontráramos abiertas, contra muros para que nosotros los encontremos caídos. Una de esas personas fue Violette Leduc, el personaje principal de la nueva película de Martin Provost.
Leduc fue una escritora francesa del segundo tercio del siglo XX. Nacida en 1907 hija bastarda de un noble francés, su vida dista mucho de la que podría ser normal en la Francia surgida del final de la Segunda Guerra Mundial, coincidente con la publicación de su primera novela, L’Asphyxie, animada por Simone de Beauvoir. Es precisamente esta relación el principal hilo argumental de la película, el contarnos el porque Beauvoir estaba convencida de tener en sus manos el destino de la gran escritora que podría ser Leduc, y las ansias de libertad de esta. Una relación que duró toda la vida y que ahora merece ser recordada, una vez que las batallas que lucharon ambas nos parecen alejadas en el tiempo. O al menos eso quisiéramos.
Emmanuelle Devos es la actriz que interpreta a Violette Leduc y Sandrine Kiberlain la que da vida a Simone de Beauvoir, compartiendo ambas con el realizador el objetivo sacar a la luz de nuevo la vida y libros de una escritora que se adelantó a su tiempo y que tuvo que luchar y sufrir por esa razón, pero que también gozó de la ayuda y amistad de un puñado de hombres y mujeres, como Beauvoir, que lo hicieron junto a ella. Como ha comentado el director, Martin Provost, refiriéndose a la reedición en Francia de los libros de Leduc: «La película ha conseguido eso. La gente sale del cine queriendo leer a esta mujer. ¿Qué más puedo pedir?»