Joven y bonita.
Joven y bonita es una película inquietante y a la vez fresca, de miradas y preguntas.
Hay edades en las cuales el tiempo pasa tan veloz como lleno. Edades en las cuales los días se suceden llenos de cosas maravillosas e increíbles. Todo es sorprendente y nuevo. Todo es una vida, un comienzo, una historia, un amor, un olvido. Más tarde, la experiencia se encarga de ralentizar todo.
En esa edad se encuentra Isabelle, la protagonista de Joven y bonita que encarna la actriz Marine Vacth y dirige François Ozon. Isabelle tiene 17 años y una vida perfecta, o al menos eso parece, y se nos muestra un año de su vida, a través de sus cuatro estaciones y de cuatro canciones. Un año en el que descubre el sexo y se embarca en una aventura extraña y peligrosa. Un aire a la Belle de Jour de Buñuel, pero a través de una mirada que no juzga, sino que tan solo nos muestra lo que ocurre.
Joven y bonita es una película inquietante y a la vez fresca, de miradas y preguntas. Recomendable para pensar que hemos dejado atrás y que nos queda de esas «ciertas edades» en las cuales todo podía pasar, de la primavera al invierno, en cuatro canciones.