Seis motores para huir hacia 2014.
Seis de los vehículos más sensacionales que hemos visto en loff.it en 2013.
Puestos a quedar por cobardes, por aquello de la huida, hagámoslo sin pudor alguno, llamando la atención en cada curva. Hagámoslo en un clásico.
Y es que nos gustan los clásicos porque condensan ese punto elegante y distinguido que nos seduce; porque llaman a historia, aventura y sueño… porque nos hacen sentir heroes y heroínas, los nuevos Bonnie and Clyde pero con final feliz.
Rodando nos vamos al 2014 y lo hacemos con seis vehículos que aunan entre todos la elegancia y deportividad del año que dejamos, cada uno en su línea, su firma y su historia y todos atractivos y seductores.
¿En cuál quieres subirte?
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1960 Mercedes Benz 300 SL Roadster.
Es la versión descapotable del Gull-wing, padre del moderno supercar y el mejor deportivo del siglo XX. Mathias Weise La recuperación de Mercedes Benz pasaba ineludiblemente porque las flechas plateadas volvieran a competir después de la Segunda Guerra Mundial. Fue entonces cuando Rudolf Uhlenhaut y los ingenieros del departamento de investigación que dirigía en Daimler-Benz diseñaron un automóvil con una estructura tubular de tan solo 50 kilogramos de peso y gran resistencia a la torsión. Esa estructura impedía utilizar puertas convencionales, pero la solución, además de resolver el problema, proporcionó al coche su rasgo más característico que lo convirtió en un objeto de culto, unas puertas que se abrían hacia arriba... más información → - 36
W196 Streamline, vuelve a la vida.
El mítico W196 Streamliner de Mercedes Benz se reedita para un público selecto. Pau Llopart Mercedes Benz vivió dos años de gloria en los campeonatos del mundo en 1954 y 1955. Su recién estrenado W196 introducía avances técnicos y aerodinámicos que le otorgaban una superioridad que sólo competía con la belleza de las dos carrocerías de aluminio del W196. El 54 fué el año en el debutaría la escudería, lo haría en el Gran Premio de Francia y cosecharía en la Fórmula 1 los dos títulos consecutivos de campeón de pilotos con el histórico piloto argentino Juan Manuel Fangio a los mandos de estas dos maravillas... más información → - 46
Lincoln Indianápolis by Boano.
Un prototipo de 1955 único, motor americano y carrocería europea. Mathias Weise Después de la Segunda Guerra Mundial, el diseño automovilístico norteamericano pasó por un mal momento. Muchas compañías no pudieron soportarlo, cerrando sus puertas para siempre, pero las que lograron aguantar lo hicieron asociándose con los artesanos constructores que desarrollaban diseños originales, atractivos y contemporáneos al otro lado del Atlántico. Así fue como nació el idilio entre Hudson y Touring, Chrysler y Ghia, Packard con Bertone y Ford con la turinesa Carrozzeria Boano... más información → - 56
Ferrari 250 GT Tour de France.
Fue premiado en el Pebble Beach Concours d’Elegance de 2010. Mathias Weise Fundado en 1899 y disputado hasta 1986, aquel Tour de France nada tenía que ver con la popular carrera ciclista, sino con el Tour de France Automobile, una carrera de coches deportivos que durante 10 días al año recorrían los más de 5. 000 kilómetros que separan Niza de París. A diferencia de muchos de sus rivales contemporáneos, el Ferrari 250 GT cumplía con un doble propósito... más información → - 66
1964 Chevrolet CERV II.
Una leyenda de la General Motors recién subastada. Mathias Weise La llegada de la década de 1950 supuso el inicio de una época dorada en la industria automovilística norteamericana, único país preparado para afrontar el crudo invierno de postguerra. En parte, ingenieros que corrían tan rápido o más que sus pilotos tuvieron la culpa. Como Zora Arkus-Duntov, de origen ruso, nacido en Bélgica, estudiante en Alemania, residente en Francia primero y en Estados Unidos después, el padre del Corvette... más información →