Reflejado en un patín.

La adolescencia es la época de la vida en la que con más pasión abrazamos nuestras aficiones, de hecho, no sólo nos sirven para entretenernos, sino que a su alrededor, en muchos casos, fabricamos nuestro ocio, nuestra forma de vestir e incluso nuestro propio espacio (bien en nuestro cuarto o, los más afortunados, en su propia casa).

Así que nada mejor para aquellos que organizan su vida alrededor de su afición por el monopatín, que este espejo que se puede colocar tanto en posición vertical como horizontal y que tiene unas medidas de 75×19 cm, muy parecidas a un monopatín estándar.

Además el espejo, que incluye como acabados auténticos ejes y ruedas de skate, se entrega con un set de pegatinas que también servirán para dar el toque definitivo a nuestro espacio.

Pero recuerda ¡es sólo un espejo! ¡No se te ocurra intentar patinar con él!