Capitán Phillips.
Más que recomendable para llenar una tarde de cine.
Uno, alimentado por años de acudir a los recuerdos de juventud plagados de Errol Flynns y Tyrones Powers haciendo de piratas, cuando escucha que el título de una película empieza por la palabra «Capitán», automáticamente piensa que tiene que ver con piratas,
Y efectivamente, Capitán Phillips, la nueva película de Tom Hanks, es una película de piratas, pero de piratas con mucha menos gracia que los mencionados. Piratas de esos que llenaban los telediarios hace relativamente poco. Capitán Phillips recrea el secuestro y peripecias siguientes del buque norteamericano -el primero en serlo en 200 años- “Maersk Alabama”, al mando del susodicho capitán de la marina mercante Richard Phillips (Tom Hanks), en el año 2009. Un buen acercamiento a modo de docudrama a unos acontecimientos demasiado fríos en las noticias de los telediarios y que el director Paul Greengrass traslada a la gran pantalla con fuerza y con una buena interpretación del amigo Tom.
Más que recomendable para llenar una tarde de cine, y para añadir a nuestra galería personal una nueva clase de piratas, menos agradables pero, desgraciadamente, más realistas y cercanos.