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cerrarHonest Graham, 1695.
El reloj homenaje de Graham a su genial fundador, George Graham, conocido como Honest Graham.
En 1631 un Decreto Real de Carlos I, Rey de Inglaterra, Escocia e Irlanda, crea el Londres el gremio de relojeros, la Worshipful Company of Clockmakers. Desde ese momento en inglaterra sólo pueden vender relojes los miembros de la compañía. Ocho años después nacía Thomas Tompion, Master de la Clockmakers Company en 1703 y maestro de muchos grandes relojeros de la época, entre ellos de George Graham.
Graham era un chico de pueblo de las tierras del norte fronterizas con Escocia, que en 1688 había llegado a Londres para convertirse en aprendiz de relojero y que tras siete años de aprendizaje en 1695 fue admitido en la Clockmakers Company. No pasaría ni un año desde su incorporación al gremio cuando Tompion le invita a unirse a él en su empresa The Dial y Three Crowns en Fleet Street, y Graham no dudaría en hacerlo, así éste se convertiría en su gran maestro y amigo, y en su suegro. Graham se casó con su hija Elisabeth en 1704 y en 1713 se convirtió en socio de la empresa que a la muerte de Tompion heredarían. Ambos terminarían sus días en Westminster Abbey, juntos. Por su trabajo, maestría y avances, Graham y Tompion comparten en reconocimiento como padres de la relojería moderna.
1695 es una fecha clave para la marca Graham porque representa el auténtico comienzo profesional de Geroge Graham, una carrera de talento, ingenio e innovación desde la relojería hasta la mecánica para la astronomía de la mano de amigos como Greenwich y Halley. Entre algunos de sus inventos y desarrollos más innovadores se cuentan la precisión del escape de reposo y el de cilindro, el péndulo de mercurio… y el cronógrafo. Dicen que es por la fiabilidad de sus mecanismos y la precisión de sus relojes por lo que se le conoce como «Honest Graham«.
La relojera que hoy en día lleva su apellido, Graham, celebra ese 1695 con el nuevo Chronofighter 1695 Silver, un reloj para un auténtico gentelman. Su refinado y elegante aspecto se monta en una caja de 42mm, de calibre G1745, 25 jewels, que esconde un sofisticado movimiento suizo con un cronógrafo automático, 48 horas de reserva, cristal de zafiro antireflectante y un grabado en la base de la caja del Observatorio de Greenwich con una abertura que muestra parte del mecanismo. Un diseño clásico y atemporal basado en el original de este otro reloj de bolsillo fabricado por Graham, que marca días y segundo y contempla las horas en números romanos.
Una maravilla de la relojería que luce una llamativa elegancia en la muñeca.
Más información graham1695.com