Montecarlo 1973.
Cuarenta años después, vuelve el tiempo de Montecarlo bajo la denominación Tudor Heritage Chrono Blue.
Cuarenta años atrás, cuando la vida tenía otros tiempos y otros ritmos y la costa azul era ya la capital del glamour, el lujo y el deseo, Tudor Watches presentó un cronógrafo de inspiración mediterránea, con una versión en azul mar y naranja vivo…
Era el Montecarlo y se fabricó sólo durante unos años, lo que lo convirtió en un cronógrafo casi exclusivo, en una pieza de coleccionista y en objeto de reinvención por parte de sus creadores. Y así, cuarenta años después, vuelve el tiempo de Montecarlo bajo la denominación Tudor Heritage Chrono Blue.
El mítico cronógrafo entra a formar parte de la galería de iconos de Tudor Watches con una adaptación de su modelo original: se actualiza el diseño respetando la calidad, el metal y el color incluyendo además dos correas, la clásica de acero fiel al Montecarlo del 73 y una en tejido azul, blanco y naranja que regala a esta nueva versión un aspecto más deportivo y navegante.
Se trata, en definitiva, de un cronógrafo de inspiración mediterránea y setentera que respeta la idea del diseño original adaptándolo a los nuevos gustos y las nuevas líneas y tendencias en moda y relojería; el resultado no podía ser otro que el de una joya que, siendo de ayer, es ya de hoy y de siempre pues la contemporaneidad es cualidad irrenunciable de todo Heritage.
Además de su doble correa, el nuevo nuevo Montecarlo presenta una esfera SuperLuminova, índices tridimensionales revestidos de bordes metálicos biselados, dos contadores de forma tropezoidal y azul -a las tres el segundero pequeño y a las nueve el contador de cuarenta y cinco minutos-; caja de acero de 42 milímetros de diámetro y hermética hasta 150 metros y el sello de su artesanal, perfecta y exacta fabricación: el blasón Tudor en la corona.
El Tudor Heritage Chrono Blue supone un nuevo modo de mirar el tiempo desde hoy, evoca otros ritmos y otros tempos, los de los días de verano, largos y luminosos de la Costa Azul francesa en los setenta, los del glamour, la sofisticación y la belleza, los del mar y el atardecer en Saint Tropez…