En casa del Sr. Lauren.

Considerado como el icono actual del clásico estilo norteamericano, cuentan que Ralph Lauren siempre lo tuvo muy claro: quería ser millonario. De origen judío, criado en el Bronx neoyorquino y cansado de heredar camisas, el menor de los cuatro hermanos Lauren –Lifchitz, de nacimiento– representa la realización del legendario “sueño americano”, del hombre hecho a sí mismo que gracias a su buen gusto y su fino instinto ha logrado crear, más que una firma de moda, todo un estilo de vida.

Un estilo de vida marcado por el lujo, la elegancia y el refinamiento que no sólo refleja en sus líneas de Alta Costura y Prét à Porter, si no que también ha logrado trasladar a los hogares más sofisticados con propuestas inspiradas en romanticismo de la campiña inglesa, la belleza rústica del oeste americano o el glamour del clasicismo hollywoodiense.

Sin perder esa nota de sofisticación tan característica de sus diseños, Ralph Lauren nos sorprende con Left Blank, una colección diferente, algo más alejada de su clasicismo habitual, cuyas líneas depuradas, sobrias y modernas incorporan a su repertorio de maderas nobles, tejidos naturales –cuero, lino y algodón–, cristal soplado o barros y porcelanas decorados a mano, nuevos materiales como el hierro, el latón o el níquel pulido en una refinada mezcla de inspiración francesa y conceptualismo industrial que captura toda la creatividad del diseño contemporáneo.

Rayas y detalles industriales decoran los tradicionales tejidos de la firma, mientras que frisos tallados en laurel, formas irregulares, latones biselados o cueros remachados a mano en estructuras de hierro pulido se integran a la perfección en esta deliciosa colección capaz de evocar tanto el estilo Williamsburg del Brooklyn neoyorquino, como la Rive Gauche parisina de los 20.