Muebles que navegaron.
Cómodas, mesas o taburetes fabricados de barcas rotas.
Los pescadores en África decoran sus embarcaciones con dibujos geométricos que colorean en llamativos tonos. Cuando regresan todos juntos a la playa tras una jornada de pesca, componen en el mar un fantástico mosaico de formas y colores. Este espectáculo inspiró en alguien la idea de prolongar la vida de esas barcas y darles una segunda oportunidad, reencarnándolas en muebles. A los nativos les entusiasmó la idea aunque para ellos el reciclaje no es precisamente un concepto fashion sino una forma de vida. La duda era ¿tendría la madera reciclada en mesas o cómodas la misma energía que irradiaba en las barcas?
Para verlo había que hacerlo: se formó un equipo de artesanos locales que se pusieron manos a la obra. Había que localizar las barcas desechadas, negociar el precio con sus dueños, trasladarlas al taller e ir definiendo la forma final que tendría cada pedazo en función de su forma, su tamaño y su decoración. Esto significa que las piezas finales son totalmente originales: es imposible que haya dos iguales. Por otra parte, la Samba (la madera), no ha sido tratada, es natural y arrastra en sus vetas todas las historias que conformaron el día a día de los pescadores que surcaron con sus barcas las costas africanas.
Los muebles los comercializa Artlantique y los venden en Art&Claus, La Maison, y Cocomat. Desde el 30 de junio hasta el 16 de agosto estarán expuestos en la parisina Merci.