El arte de la confianza.

En 1911 Fredericia comenzó a soñar muebles y a fabricarlos, hace de ésto más de un siglo y sigue en las mismas...

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La confianza en uno mismo y en el otro, en las ideas propias y en las ajenas, en lo que uno ve y en lo que intuye, en lo que infiere de lo acontecido y en lo que no verá jamás… La confianza es un arte y es, al menos en el caso que nos ocupa, un arte creativo.

En 1911 Fredericia comenzó a soñar muebles y a fabricarlos, hace de ésto más de un siglo y sigue en las mismas porque sus creaciones enamoran hoy como al principio; hablamos de diseño nórdico, de funcionalidad y belleza ¿de moda? la suya, quizá…

Porque en Fredericia miran sólo de lejos a los asuntos de la moda y las tendencias y es que, para ellos, la moda es la creatividad; Thomas Graversen -actual CEO de la firma- resume su filosofía en tan solo un par de frases: ‘We have the utmost faith in our designers. Simply said, we trust our guts.’

En Frederica no sólo marcan tendencia más que seguirla sino que mueven al ritmo de sus ideas y sus manos y al dictado de su intuición y su coraje creativo; no lanzan colecciones cuando los calendarios pre-establecidos dicen que han de hacerlo ni presentan un producto en función de la fecha, lo hacen, si acaso, en función de su momento.

Hoy queremos presentaros algunos de sus últimos productos y otros de sus clásicos que componen juntos un delicioso porfolio de ideas hechas muebles.

De la nueva era nos quedamos con Haiku y Melt, un sofá y una mesa -que es además su último producto presentado- de líneas limpias y elegantes, el primero incitando a la intimidad más acogedora y la segunda a la degustación mejor acompañada; un poco anterior es el diseño de las sillas Trinidad, bellas al punto de recordar la cola de un pavo real en su forma o incluso la gracia de un abanico.

De otro tiempo es el Spoke-Back Sofa y el 2212, un sofá este último que nació como una creación propia para sí mismo por parte del que fuera cabeza y dirección de la firma en el siglo pasado y que es hoy uno de los básicos de Fredericia.

Y así, a su aire y sus ideas, al mandato de su creatividad y en la confianza de sí mismos y su gente, Fredericia avanza hacia un futuro bello y funcional al que llegan llevando entre sus manos lo mejor de lo que fueron y lo que serán.

Vivir

Pequeños caprichos que ponen un toque de confort en nuestra rutina. Objetos de mesa o decoración que nos hacen sonreír de puro placer estético y sin los que ya no podríamos estar.

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