El arte de vivir en una casa con jardín en Melbourne.

Bent Annexe es la reforma que ha convertido una clásica casa con jardín en una de capricho.

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¿Puede una casa con jardín de los años 60 convertirse en una vivienda moderna y funcional? la respuesta es sí, sí al menos si cuentas con el equipo de arquitectos capaz de hacerlo y buena muestra de ello la encontramos en Bent Annexe que no es más que la ampliación y actualización de una casa de los años 60 en Melbourne, Australia, llevada a cabo por el equipo de la firma de arquitectos Bent Architecture.

La idea original era, en apariencia, sencilla: reformar el interior da vivienda y ampliarlo ganando para la casa parte del jardín pero en Bent lo vieron claro, ganar ese espacio para la casa no debía significar perderlo para el jardín sino compartirlo llenando la vivienda de luz y el jardín de vida.

La casa, más allá de necesitar una reforma para modernizar su interior y hacerlo más funcional, tenía básicamente dos problemas: no era tan luminosa como podía llegar a serlo y su climatización tampoco era ideal, eso además de que se quedaba pequeña para una familia de cuatro mientos y un par de mascotas; la cocina se convirtió en una cocina gourmet abierta al comedor, las habitaciones de la casa con vistas al jardín cambiaron sus paredes por magníficas cristaleras perfectamente aisladas, el jardín se coló en la casa, la casa en el jardín, la luz lo iluminó todoy la madera ganó protagonismo en la decoración ¿el resultado? una casa con jardín del S.XXI en la que, estamos seguros, te encantaría vivir…

Bent Annexe es una casa con jardín y chimenea, terriblemente luminosa y moderna, cálida gracias a la madera y de una belleza incuestionable incluso en los baños (modernos a rabiar desde los alicatados hasta las mamparas de ducha y los lavabos), lo clásico -una casa de los años 60- y lo moderno -la ampliación del año 2018- se fusionan del mismo modo que lo hacen las zonas interiores con el jardín creando una vivienda muy funcional, ideal para una familia de cuatro.

Vivir

Pequeños caprichos que ponen un toque de confort en nuestra rutina. Objetos de mesa o decoración que nos hacen sonreír de puro placer estético y sin los que ya no podríamos estar.

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