Una casa de vanguardia en Portugal.

Ésta nos parece hoy una casa de vanguardia que tiende al minimalismo pero no nos cabe duda de que se convertirá en una vivienda contemporánea.

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Hoy viajamos a Sao Joao de Ovar, una pequeña localidad del norte de Portugal a tan solo 30 minutos de Oporto, y lo hacemos para conocer uno de los últimos trabajos arquitectónicos de Nelson Resende, un casa moderna y versátil que nos ha enamorado.

La casa es de hormigón y cuenta con revestimientos de madera y de viroc (un compuesto de cemento y madera), está diseñada en dos plantas con espacios versátiles y abiertos al exterior dando buen uso a los 500 metros cuadrados que mide la parcela en la que se ubica.

La planta baja, abierta al jardín y al garaje, la ocupan las zonas de uso común de la casa, las más públicas, de la cocina al salón, mientras la planta superior se reserva para los espacios más íntimos y privados, las habitaciones; esta distribución viene marcada estéticamente no sólo por el hecho de ocupar los plantas separadas (o unidas, según se mire) por una escalera de madera sino también por los materiales que protagonizan sus paredes; la planta inferior es la que cuenta con revestimiento de viroc mientras que en la superior, para dar más calidez y crear un ambiente más íntimo y acogedor, se recurre a la madera para forrar las paredes.

Las líneas que definen esta casa son depuradas, limpias, rectas, sin vueltas ni recovecos, aprovechando al máximo el espacio y contando con ventanales de suelo a techo, o casi, para que la luz natural entre a raudales en la casa.

Las terrazas y los espacios de apoyo como el cuarto de la lavadora, dan una mayor sensación de amplitud a la casa y el garaje es el espacio más versátil porque al estar abierto no sólo al exterior para dar acceso al coche, sino también al jardín privado de la vivienda, se convierte en un magnífico lugar para celebrar una fiesta de verano (esa noche el coche duerme en el jardín).

Más información Nelson Resende Arquitecto

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Pequeños caprichos que ponen un toque de confort en nuestra rutina. Objetos de mesa o decoración que nos hacen sonreír de puro placer estético y sin los que ya no podríamos estar.

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