Los Pirineos también son para el verano.

No hay nieve, pero sí mucho relax. Este verano, la tranquilidad se encuentra en plenas montañas de Aragón, en Panticosa.

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El corazón del Pirineo oscense, a 1.636 metros de altitud, es el hogar donde se levanta el Panticosa Resort, un complejo de bienestar próximo a las estaciones de Aramón Panticosa y Formigal y que reivindica la montaña como destino estival para aquellos que busquen descanso, contacto directo con la Naturaleza y un buen número de experiencias.

Compuesto por dos hoteles, el Gran Hotel y el Hotel Continental, la perla del complejo es el balneario, independiente de ambos establecimientos y fundado en el siglo XIX. De hecho, las aguas termales de Panticosa empezaron a tener fama ya en la época de los romanos. Diseñado por Belén Moneo y Jeff Brock, en su interior es posible relajarse con tratamientos saludables, un baño en la piscina exterior, visitar un iglú, dejarse acariciar por el vapor del baño turco o la sauna… Y así un completo circuito termal (a partir de 56 €).

Otra forma de cuidarse es con la gastronomía. En este aspecto, el complejo de Panticosa ofrece diferentes opciones. Nosotros nos quedamos con el restaurante La Brasería, especializado en cocina tradicional aragonesa. Unas migas con uvas, el clásico Ternasco o platos elaborados con la auténtica longaniza de Graus (Huesca) no faltan en el menú. Y para beber, lo más seguro es que Antoine Giraud, el sumiller, nos ofrezca un buen Somontano.

Agua, montaña y relax, regado con platos gourmet. ¿A que apetece irse de vacaciones a los Pirineos?

Localización

C

Más información Panticosa Resort

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