Sicilianas.

Descaradas y atrevidas, mirando siempre de frente y a los ojos, como retando a un duelo sonrisa en ristre y ocultando tras su insolencia las heridas; así lucen las mujeres sicilianas, así como son, hijas de aquellas para las que la vida era un matar o morir, un sobrevivir en la sombra y mover el mundo en discreto silencio; bravas en su juventud, orgullosas y altivas en una vejez que funde en negro tras sus ojos la lucha que heredaron y vivieron, hasta llegar a su victoria más íntima y personal, la que las sacó de la casa a la calle, a las escuelas y a la vida pública, la que hizo oir su voz al punto de permitir hoy lucir a sus hijas y a sus nietas en las playas de su Sicilia… y en Dolce&Gabbana.

Y es que el armario de verano de Dolce & Gabbana es un homenaje a la cultura siciliana, su inspiración nace en las playas de la isla perladas en sombrillas y tumbonas rayadas que llevan sus prints a coloridos vestidos, faldas y corpiños; estampados que se complementan con las típicas marionetas de los teatros de calle sicilianos y evocaciones de su cerámica y sus clásicas ruedas.

Rafia, organza, algodón y lino; tejidos lisos o estampados, bordados de coral y también brocados… Se trata de una colección provocadora y atrevida, tan descarada como las mujeres sicilianas hasta que llega la noche, momento en que pinta el negro, no así la discreción porque desde que en la segunda parte del siglo XX comenzaran a ganar la batalla a quienes querían mantenerlas bajo su yugo, las sicilianas no han perdido un ápice de su fuerza, esa que las convierte en mujeres de bandera por mérito y derecho propio.

Una colección así debe, por fuerza, complementarse en sandalias planas y de tacón alto, pendientes que emulan marionetas sicilianas o formas cerámicas como las hayadas en sus túmulos, también fulares de seda de coloridos prints para anudar al bolso, al cuello o, como es del gusto y atrevimiento de las sicilianas según las ve y las viste Dolce & Gabbana, a la cabeza.

En definitiva, he aquí una colección para mujeres soberbias, apasionadas y sensuales… no en vano la presenta la Bellucci, acompañada por Bianca Balti y Bianca Brandolini d’Adda con Zuzanna Bijoch y Kate King bajo el objetivo indiscreto de Domenico Dolce.